¿Para qué una huelga indefinida de limpieza en Aserpinto?
La empresa que ganó el concurso de externalización, la UTE Valoriza-Gestyona, garantiza el mantenimiento de todos los puestos de trabajo, por tanto, la huelga se hace porque los servicios de limpieza no se externalicen, pero estos servicios están externalizados en cinco de los seis municipios de nuestro entorno gobernados por PP, PSOE e IU.
“La empresa adjudicataria estará obligada a absorber la
totalidad del personal (…) conservando éste su antigüedad y derechos económicos”,
dice el artículo 26 del Pliego de Condiciones Técnicas para el concurso de
externalización de los servicios de limpieza viaria, recogida de basuras y
mantenimiento de parques y jardines que hasta ahora el Ayuntamiento de Pinto encomendaba
a Aserpinto. Al concurso se presentaron cuatro empresas y sólo una, la UTE
Valoriza-Gestyona, aceptó subrogar a la totalidad de los 172 empleados de
Aserpinto adscriptos a estos servicios. La oferta de la empresa que finalmente
fue la adjudicataria del concurso decía textualmente: “El listado de personal a
subrogar pasará a formar parte de la plantilla de esta UTE, caso de ser
adjudicataria, desde la firma del contrato, aceptando sus derechos laborales,
económicos y de antigüedad, así como cuantos acuerdos particulares tengan
contemplados en sus contratos laborales”.
Tras la presentación de la propuesta de Valoriza-Gestyona, técnicos municipales le pidieron que se ratificase en la subrogación de los empleados de Aserpinto, ante lo cual la empresa del grupo Sacyr respondió al Ayuntamiento: “Queremos dejar clara nuestra intención de no realizar despidos y de cumplir con todos y cada uno de los servicios ofertados, tanto en medios humanos como en medios materiales”.
Por tanto, si como dicen los sindicatos la huelga es para “defender los puestos de trabajo” y “el pan de nuestros hijos”, la cosa está clara: la empresa que ha ganado el concurso les garantiza el trabajo con las mismas condiciones económicas y laborales que ahora tienen en Aserpinto. Por ello no es de recibo que pidan “comprensión” a los ciudadanos (entre ellos más de 4.000 pinteños en paro) por los perjuicios provocados por esta huelga con el argumento de que “la hacemos para luchar por nuestros puestos de trabajo”, porque no están en riesgo, o al menos no lo están más que la generalidad de los puestos de trabajo del resto de ciudadanos. Es más, puede ser que la empresa adjudicataria asegure los puestos de trabajo que estaban en riesgo con el Ayuntamiento, puesto que la alcaldesa de Pinto, Miriam Rabaneda, manifestó hace pocas semanas que “Aserpinto estaba abocada a un ERE o algo peor”.
Lo cierto es que en la convocatoria legal de esta huelga indefinida, los sindicatos -y así lo reflejan en su escrito ante la Dirección General de la Consejería de Empleo de la Comunidad de Madrid- no hacen alusión a la pérdida de puestos de trabajo, sino que expresan que el objeto de la huelga es “el cambio de gestión (externalización) de parte de los servicios de Aserpinto”. Pero esta externalización es la misma que han llevado a cabo la práctica totalidad de los municipios del entorno, sean gobernados por el PP, por el PSOE o por IU como se puede ver en las páginas 12 y 13 de la revista Zigzag (edición de Pinto) de este mes de diciembre.
Zigzag mantiene que los tres servicios que el gobierno local
ha decidido externalizar son de naturaleza pública, de competencia exclusiva
municipal y de duración continua en el tiempo. Por tanto, idealmente lo óptimo
es que sea la propia institución quien los gestione directamente, ahorrándose
el beneficio económico que cobra la empresa privada a la que se les encomienden.
Pero lo ideal no es lo real. Lo real es que los ayuntamientos están gobernados
por partidos políticos. Que el partido que gobierna crea una empresa pública
para que le sea más fácil convertir el servicio en un chiringuito. Que en el
chiringuito coloca a amigos y militantes a los que se les dan los cargos
directivos, muchas veces sin la preparación suficiente para desempeñarlos. Que es
un coladero de favores políticos. Y que, finalmente, se aleja cada vez más de
los criterios de eficacia y eficiencia que debe tener toda empresa, por lo que
se acaba ofreciendo un mal servicio a los ciudadanos. Todo esto ha ocurrido con
Aserpìnto y los sindicatos, como miembros natos de la empresa al igual que los partidos políticos, fueron parte del problema y nunca de la solución. No reconocerlo es cerrar los ojos a la realidad y vivir en un mundo
irreal. O, lo que es peor, con la excusa de lo público, defender intereses
privados o partidistas.
















pinteña y contribuyente | Viernes, 20 de Diciembre de 2013 a las 18:32:37 horas
tenemos lo que hemos votado , y es lo que trae dinero para ellos y la basura para los demas
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