Vehículos de una de las empresas licitadoras de Aserpinto siguen a los camiones de recogida de basura

Los trabajadores de la empresa municipal Aserpinto descubrían esta mañana que tenían compañía. Según declaraban al concejal del MIA, Rafael Sánchez, “un vehículo propiedad de una de las empresas que licitan por los servicios a externalizar de Aserpinto, seguía a los camiones de recogida de basura causando atasco y un evidente peligro a los trabajadores”.

Según avisaban a Sánchez, el vehículo iba “materialmente pegado”. Los trabajadores, sin saber qué ni por qué se les seguía, se acercaron a preguntar a qué se debía el seguimiento. “Desde el coche les dijeron que eran una de las empresas licitadoras de Aserpinto, les seguían para conocer la ruta que llevaban los camiones de recogida de basura”.

Los camiones de recogida de basura detienen su servicio. Los trabajadores avisan a Ana Mena, directiva en la empresa, quien rápidamente avisa a Julio López Madera, segundo teniente de alcalde. “Si les están importunando que llamen a la Policía”, declara López Madera, “comprendo que puedan estar sintiéndose incómodos pero nosotros no podemos hacer nada”.

Es la Delegada de Prevención de Riesgos Laborales y miembro del Comité de Aserpinto, Marta del Castillo, quien procede a llamar a la Policía Local quien, según declara Marta, le responde: “vuestros encargados están advertidos de este tema”.

Marta se pone en contacto con Alberto Cárdenas, director de Prevención de Riesgos Laborales en Aserpinto, que le admite no saber “nada”. “Basta ya -continúa Cárdenas, según la declaración de Marta-, si los camiones no siguen adelante se abre un expediente”. Cabe mencionar que tres vehículos de la empresa fueron boicoteados al echar azúcar en el motor, provocando que se estropearan, lo que hizo que estuvieran inoperativos durante varios días dejando zonas sin limpiar.

Para el MIA, el incidente muestra una profunda "pasividad del gobierno y de la dirección de Aserpinto hacia la empresa y sus trabajadores". Además, avisa de que los trabajadores se han sentido "vigilados y acosados".