La Dirección General de Evaluación Ambiental autoriza a Cementos Portland Valderrivas la "recepción, almacenamiento y dosificación de residuos no peligrosos en los hornos de cemento de la fábrica de El Alto" como alternativa al combustible fósil
La Dirección General de Evaluación Ambiental ha dado el visto bueno a la quema de residuos en la cementera Portland-Valderrivas, ubicada en Morata de Tajuña. La Consejería de Medio Ambiente permitirá a la empresa quemar, entre otras sustancias, plásticos, lodos de depuradora, neumáticos, madera o residuos vegetales y animales en sustitución del combustible fósil que venía utilizando.
Cementos Portland Valderrivas presentó el 15 de noviembre de 2011 el proyecto “Alternativas al empleo de combustibles fósiles en la producción de cemento: valorización energética de residuos no peligrosos” al gobierno regional. La Consejería de Medioambiente, por su parte, comunicó que se trataba de una modificación sustancial de la actividad y que debía ser sometida a evaluación.
El Estudio de Impacto Ambiental y la documentación que integraba la solicitud de autorización ambiental fue expuesta públicamente, tal y como marca la ley. Durante treinta días, en noviembre de 2012, se registraron 28 alegaciones y correos electrónicos que recogían más de 1.100 firmas oponiéndose al proyecto.
Representantes de IU en Morata de Tajuña, Perales de Tajuña y Arganda del Rey han manifestado su oposición al informe de la Dirección General de Evaluación Ambiental y han solicitado la comparecencia de Borja Sarasola, consejero de Medio Ambiente en la Comunidad de Madrid. Según el grupo, “queremos hacerle ver al gobierno de la Comunidad de Madrid que los vecinos y vecinas de Morata y de los municipios afectados están alarmados ante la barbaridad que supone transformar una cementera en una incineradora de residuos tóxicos y peligrosos”.
La empresa ha manifestado que la quema de residuos no peligrosos “no supone un aumento de emisiones contaminantes ni supondrá nuevas afecciones a la salud”. Portlalnd Valderrivas afirma que las emisiones generadas no diferirán de las producidas en el proceso tradicional de fabricación de cemento. Basándose en estudios realizados en otras cementeras comunica que “los valores de emisión de dioxinas y furanos se encuentran muy por debajo de los límites de emisión exigidos por la legislación”.
Por su parte, Fernando Palacios, miembro del CSIC y del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, ha expuesto reiteradamente que las emisiones afectarán a núcleos de población que se encuentren entre los 4 y los 30 kilómetros de distancia, provocando la aparición de “patologías por efecto de las sustancias más peligrosas”. El científico también informa que la administración autonómica está obligada promover la participación ciudadana en las decisiones relativas al procedimiento. Además, Palacios critica que la Memoria Ambiental que la empresa ha realizado para obtener la autorización oculta información en cuanto a la composición y emisiones que realizarán los combustibles a emplear.
Benozzo Gozzoli | Martes, 21 de Mayo de 2013 a las 20:55:11 horas
Lo peor de todo es que los políticos del PP de los pueblos afectados apoyan esta locura que va a dañar la salud de los ciudadanos. En Pinto Rabaneda tendrá que explicar a los futuros afectados por qué se negó a aprobar una moción en contra de esta "aberración medioambiental", y política, añadiría yo.
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