Arrogante
Cuando el domingo 21 de abril empezó el nuevo curso escolar en Nepal, muchos de los menores que habitan en Bal Mandir se quedaron en el orfanato sin comprender por qué razón ellos eran privados del elemental derecho a la educación. Lo que es de justicia se puede convertir en un privilegio en tiempos de crisis.
Esta es una de las consecuencias del nefasto gobierno del orfanato de la caprichosa australiana durante los dos últimos años. Cuando Rebeca asumió su dirección todos los niños y niñas de Bal Mandir en edad escolar tenían plaza en alguna escuela de Katmandú. La mayoría acudía cada día en autocar a su centro educativo y regresaba al orfanato. Los más afortunados, como nuestros niños del New Shrine, podían alojarse en el propio internado de la escuela, de modo que sólo tenían que regresar a su sucio y depauperado orfanato en los períodos vacacionales. Ahora, tras la renuncia de Rebeca, a pesar de haberse reducido considerablemente el número de internos, son muchos los que no reciben educación porque han perdido el patrocinio que les mantenía escolarizados. La ex gobernanta ha sido tan arrogante con todos, incluidos voluntarios y donantes, que ha ahuyentado a numerosos benefactores.
Kalpana, la joven ex Bal Mandir que se ha convertido en nuestra principal colaboradora en todas nuestras iniciativas de ayuda a los menores de su orfanato, ha contado hasta 24 niñas y niños sin escolarizar, algo que los menores de allí nunca lo perciben como una feliz prolongación de sus vacaciones, sino como un infortunio, ya que ir a la escuela para ellos significa mucho: es la única forma de salir diariamente del orfanato, por lo tanto el único contacto con el mundo exterior; pero además la mayoría de los menores de Bal Mandir es consciente de que sus oportunidades de futuro están ligadas a su educación. Según Kalpana, muchos de esos niños y niñas se quedan llorando cada mañana en el orfanato por no poder ir a la escuela.
Ante tales circunstancias hemos intentado llevar al límite
las posibilidades económicas de la asociación Ruta 6, para tratar de llegar al
mayor número posible de internos. Antes del inicio del actual curso académico
extendimos nuestra ayuda a 4 niños más, pero a la vista del panorama que
describía Kalpana, le pedimos que seleccionara a otros 5 menores, los que ella
entendiese que podían estar más necesitados del tipo de ayuda escolar que ya
estábamos proporcionando a un total de 16 niños y niñas. Muy cumplidora, como
siempre, Kalpana realizó ese encargo con la mayor rapidez posible, y en poco
tiempo nos dio los nombres de las 5 niñas que ella consideraba más necesitadas
de ayuda.
La alegría que me causa saber que nuestras queridas Puja,
Durga, Niruta, Urbasi y Prerana ya están en el New Shrine, no apaga el dolor
por los 19 restantes que siguen sin escolarizar. Además, he empezado a temer
que esa penuria económica termine afectando también a su alimentación.
En la fotografía pueden verse a las 5 niñas, todavía con cierta expresión de tristeza, a pesar de que sus "hermanos" y "hermanas" de Bal Mandir residentes en el New Shrine les han acogido con los brazos abiertos, como se recibe a los supervivientes de un naufragio. Todavía sin el uniforme escolar, recién llegadas a la escuela que será su nuevo hogar.
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