La crítica y el buen humor

En el número de Abril, Zigzag publica un artículo de Esther Alfaya con cinco personajes que encabezan una plataforma para remozar la estructura del PSOE de Pinto, ante la deriva que sus dirigentes locales (y yo añadiría los regionales, con Tomas Gómez, y los nacionales con los movimientos de sillón a Rubalcaba) están tomando. Los resultados, según augura este grupo, es la desaparición del partido en nuestra localidad, lo que sería muy preocupante. Pero si tomamos en cuenta que en política no todo vale, casi se explica la situación del hundimiento del partido.

En un estado democrático, la oposición y la crítica a los gobernantes no solo son legales, sino deseables y necesarias; y si se hacen con buen tono, buena educación y con humor, miel sobre hojuelas. Y hace unos días, el 18 de abril para ser exactos, apareció una pintada en una pared de un centro de salud de Cuenca. En ella se deseaba la muerte para Cospedal, a raíz de unas supuestas declaraciones suyas. Twitter enseguida entró a la gresca, y el hashtag #cospedalhijadeputa acogió cientos de comentarios contra la presidenta de Castilla La Mancha.

Y, miren ustedes, el Secretario General de las Juventudes Socialistas de Pinto, Emilio Serrano, entró en liza diciendo: “Las putas insistimos: Cospedal no es nuestra hija”. Así, de entrada, parece que lo que inspiró al joven Emilio fue el buen humor y la ironía. Pero no tuvo en cuenta la buena educación, como casi nadie de los que acosan y critican a sus adversarios políticos. Sin duda, el tuit tiene su gracia, y puede que hasta provoque la risa entre sus conmilitones, que, sin duda entenderán, que lo que está afirmando es lo contrario de lo que se dice, o sea que Cospedal sí es una hija de tal y cual, lo que objetivamente es difícilmente comprobable. En cualquier caso, es una calificación homofóbica y maleducada hacia su progenitora, lo que es deplorable en boca (o en pluma) de un socialista de pro.

El PP de Pinto ya ha exigido el cese del cachorro de su cargo orgánico. No, señores del PP, no se debe exigir el cese. Es mejor que se exija a este joven la asistencia con provecho a un cursillo de formación en buenas maneras, respeto y educación, lo que contribuiría a la mejora de los hábitos de nuestra juventud, sobre todo si ejercen cargos orgánicos dentro de un partido, sea el que sea.

Tienen razón los que constituyen el grupo Maspsoeparapinto. Con gente así, como Emilio Serrano, no se va a ninguna parte.