Todo empezó con Victoria, el primer desahucio en Pinto que gracias a la presión de movimientos como el 15M o la Plataforma STOP Desahucios consiguió un aplazamiento. Fernando Oliver, miembro del 15M que participó en aquel desahucio, definía entonces aquella victoria como “un parche”. Seis meses después, la situación de Victoria sigue siendo la misma: parada y pendiente de que el 6 de mayo de 2013 el BBVA vuelva a intentar ejecutar el lanzamiento de su vivienda.Como Victoria, otros vecinos de Pinto se encuentran en la dramática situación de perder su casa. Pero la sociedad pinteña ha reaccionado y la lucha para evitar el desahucio de Victoria abrió ojos y despertó conciencias de muchos que ahora han sumado su apoyo activo a “STOP Desahucios”.
Los desahucios en Pinto
“Por suerte o por desgracia, somos muchos más”, comenta Oliver. “Tenemos personas con nosotros que aún no han tenido ningún aviso del banco, vecinos que entienden que esto es injusto y que hay que hacer algo”.Hasta 12 casos gestiona en estos momentos STOP Desahucios en Pinto. “Hay más -explica Oliver- pero rehúsan contactar con nosotros. Por vergüenza o por salud, los afectados no piden ayuda”. Oliver relata cómo los ciudadanos llegan a sentirse delincuentes por no poder pagar su hipoteca. “Tienen que entender que no son los culpables”, resuelve.
Según el 15-M, en todas las familias afectadas por la hipoteca inciden dos dramas: el paro y un desconocimiento general sobre las alternativas que tienen frente al impago de la vivienda. “Incluso para nosotros es difícil -declara Oliver- , yo personalmente sé muy poco, pero aun así conseguimos ofrecerles más información que los bancos, que se limitan al ‘o pagas, o te embargo".
Muchas familias han encontrado en el 15-M y STOP Desahucios un impulso para luchar y un asidero donde apoyarse. Una labor de acción social que estos movimientos sin ánimo de lucro realizan con ganas, empeño y sin pedir nada a cambio. “Sí que pedimos algo -corrige Oliver-: implicación con el resto de personas”. Un precio para el que no hacen falta préstamos y que garantiza la efectividad en la paralización de lanzamientos: “Cuando el banco ve a 20 personas en la sucursal, se echa atrás”.
Carlos y Diana
Carlos, Diana y su hijo de cuatro años vieron las orejas al lobo cuando el matrimonio se quedó sin trabajo. Intentando “hacer las cosas bien”, el matrimonio no ha dejado de pagar la hipoteca, financiándola con los “ahorros” familiares, limitados a la liquidación que dio la empresa a Carlos cuando le echaron, y los 680 euros de paro, para los 720 euros mensuales que deben pagar de piso.
Buscando reducir costes, el matrimonio se fue a vivir con los padres de Diana. Ahora ellos también se encuentran en el paro, con lo que la situación se hace insostenible.
“Decidimos que la solución era solicitar la dación en pago, se suponía que cumplíamos todos los requisitos”, explica Diana. La sorpresa de ambos vino cuando el banco les informó de que no podían acceder a la dación por tener avalistas, los padres de Diana. “Resulta que si perdemos nosotros la casa, la pierden mis padres”, denuncia conmovida.
“Cuando firmamos el contrato con el banco nos dijeron que a los cinco años mis padres dejarían de ser avalistas, y que teníamos un seguro de tres años para no pagar la hipoteca en caso de que ambos nos quedáramos en paro”, continúa. Ahora, “resulta que los avales no son sólo para cinco años y que el seguro tiene una penalización del 20% de intereses sobre esos tres años”.
“Actuamos de buena fe -explica Carlos, incrédulo-, hemos seguido las llamadas “buenas prácticas”, no queremos dejar de pagar, pero parece que por las buenas no te escuchan”.
Un anuncio en la calle de la Asamblea 15-M les decidió a contactar con ellos y pedirles su ayuda. Desde entonces colaboran con la Plataforma en un ‘quid pro quo’ (recibir ayuda a cambio de darla a otros) del que están encantados.
“No queremos que nos regalen un piso -advierte Carlos- sino que nos den una forma de afrontar el pago”.
Sin respaldo del Gobierno municipalTodos los vecinos de Pinto víctimas de los desahucios y que colaboran con el movimiento afirman sentirse “desamparados” por el Ayuntamiento de Pinto.
Las críticas más duras son para la concejalía de Asuntos Sociales, apuntando que “no sirve para nada” o, incluso, “complica aún más las cosas”.
“Se negaron a facilitarme un certificado -se lamenta Diana- decían que esos papeles sólo podían darse si se solicitaban a través de un juez”. “No facilitan nada -explica uno de los vecinos en proceso de desahucio- porque la excusa que ponen es que tienen que pasar de administración en administración”.
Carlos cuenta decepcionado como en una entrevista que tuvieron su mujer y él en la concejalía de Asuntos Sociales, les aconsejaron que “dejaran de pagar el piso”. “Se supone que está para informarte de cuáles son tus opciones, no para decirte que no pagues –comenta. Además, nos negaron las ayudas con estas palabras: como teníamos a los padres de Diana, nunca nos iba a faltar de comer”.
“Pedí una beca para el comedor del colegio y me la denegaron excusándose en que no hay dinero”, relata Belén.
Ineficaz Comisión de Desahucios
“Pinto no puede ser tan la leche como nos lo quieren vender si hay gente que se está quedando en la calle y tienen verdaderas dificultades para terminar el día a día”, se queja Fernando Oliver.
Esta “decepción” con el Consistorio queda reflejada en la ineficaz, en su opinión, Comisión de Desahucios: “Hay quien dice que la Comisión está funcionando –comenta. Si que cuatro grupos políticos con ideas completamente diferentes logren estar juntos sin sacarse los dientes es estar funcionando, pues entonces sí funciona, pero no les resuelve nada a los que necesitan soluciones”.
Acepta que la Comisión Mixta de Desahucios nació con una intención positiva y participativa, llegando a dialogar con todos los bancos a excepción del BBVA, aunque afirma que se ha ido diluyendo con el tiempo: “Nos reunimos una vez cada 60 días simplemente para hablar”.Explicaciones de los políticos
“Estoy contenta con la Comisión, dentro de nuestras posibilidades -se defiende la concejala de Servicios Sociales y presidenta de la Comisión Mixta de Desahucios, Rosa María Ganso-, nosotros hacemos nuestros trabajo”. Asegura que se ha buscado solución a todos los casos, a excepción de uno de ellos en el que no se pudo hacer nada. “Lo que no podemos hacer es arremeter contra los bancos”, dice Ganso.
Otros, sin embargo, creen al igual que Oliver que la Comisión Mixta de Desahucios podría funcionar mejor: “El funcionamiento es lento, es verdad que nos deberíamos reunir más veces -confirma el portavoz de UPyD, José Luis Contreras- pero tenemos que respetar la legalidad vigente, los concejales no podemos encadenarnos a los bancos”.
La concejala garantiza que se han atendido a todos los vecinos que han solicitado una reunión con Servicios Sociales, pero la resolución de los casos es cronológica y hay que respetar la ordenanza. “Los trabajadores sociales deben puntuar si cumplen los requisitos para dispensar una ayuda de emergencia. No es una subvención, no funciona así”, argumenta la concejala.
Para Contreras la salida de estos trámites “difíciles de explicar” en determinadas circunstancias, es crear una partida presupuestaria íntegra para la Comisión de Desahucios. “Se necesita dinero para estas situaciones límite”, explica el portavoz.
El MIA, por su parte, pone el acento en conseguir la “dación en pago”, es decir, que la entrega del inmueble cancele toda la deuda hipotecaria. MIA ha salido a la calle varias veces para recoger firmas en favor de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), para que el Congreso de los Diputados tramite una ley de dacción en pago y cambie la injusta y obsoleta Ley Hipotecaria que da todas las ventajas a los banqueros y desprotege a las personas con dificultades económicas.
Al límite de la legalidadOtro problema, según Ganso, es la actitud de algunos miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en las redes sociales, que respeta porque “cada uno puede hacer lo que quiera”. Afirma que hay bancos que se han negado a asistir a las Comisiones por insultos proferidos a las entidades desde la red. “Acaban estropeando las negociaciones”, se queja la concejala.
STOP Desahucios y el movimiento 15M son conscientes de que sus acciones y protestas no son lo más políticamente acertadas: empapelar las calles con carteles o armar barullo en las puertas de un banco, cuanto más, mejor. “Es cierto -corrobora Oliver- no siempre es legal, pero sí legítimo”.
“No pegamos ni insultamos a nadie”, explica un pinteño con los papeles en la mano que le avisan de la fecha de lanzamiento de su casa. “Sólo cantamos -replica la madre de Diana- con respeto y sin vergüenza”.
Hasta hace pocos días, Belén estaba separada, a cargo de un menor, en paro y con la fecha lista del lanzamiento de su casa. Pero gracias a las acciones llevadas a cabo por STOP Desahucios, Belén ha conseguido que el banco acceda a darle un alquiler social.
Todos se muestran profundamente agradecidos con la PAH. “Dimos apoyo sin entender nada de hipotecas, pero poco a poco vamos aprendiendo más”, dice el miembro del 15M, “muchas veces lo único que se necesita es solidaridad”.
“Hay otras cosas en las que la gente se puede implicar que no sea poner pegatinas y chillar en los bancos”, explica Oliver. Desde la Plataforma piden toda la colaboración y apoyo posible. “Damos la información que podemos, pero estamos desbordados -concluye -, hoy tenemos 12 casos pero mañana podemos ser 30”.
juan | Lunes, 17 de Diciembre de 2012 a las 19:32:35 horas
enorabuena fernando por tu lucha
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