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Es un domingo cualquiera. Media mañana, temperatura agradable. Ambiente deportivo con mayúsculas, del que nos permite seguir creyendo en las bondades del deporte infantil en su dimensión más limpia, como elemento no sólo de ocio sino también de educación y formación. El vetusto pabellón del colegio Isabel La Católica, humilde cuna del voley pinteño, acoge una ruidosa jornada más de una añorada Liga Escolar. Entre los participantes, emerge la figura de un jovencísimo Alberto Ayllón quien defiende los colores de su “cole”, el Buenos Aires. Sus ojos denotan ilusión, esperanza y hambre de progreso. No se conforma con jugar, quiere más. Hay mimbres. Ocho años después, y en las puertas de la mayoría de edad, Ayllón debuta en Superliga, la elite del voleibol español, en las filas de Vecindario AC Gran Canaria. Y lo hace a lo grande. Arrogante él, desafía los cánones establecidos y es designado mejor líbero de la jornada inaugural, “una anécdota, evidentemente no soy el mejor líbero de la competición”, afirma humilde. Alberto, ¿cómo es que un niño como tú acaba en un deporte como éste?
Me apunté en el “cole”, no lo conocía pero quería hacer deporte y me gustó. Ahí empezó todo. Al principio lo compaginaba con el tenis pero pronto me decanté por el voley.
¿Qué recuerdas de tus comienzos?
Que me entrenaba Antonio Nájera y que fuimos Campeones de la Liga Escolar de Pinto, de ahí pasé al equipo federado que entrenabas tú [Miguel Ángel Sánchez].
Pronto das el salto a la competición federada en las filas del CVPinto. ¿Qué recuerdas de aquellos momentos?Muchos nervios. Era una oportunidad que se me daba y no quería fallar. Era muy divertido, conocí mucha gente…
En apenas dos años te convocan con Selección Madrileña de Voley y te proclamas Campeón de España Infantil de selecciones, siendo además uno de los jugadores más destacados del combinado madrileño…
Fue un título más. Lo recuerdo como algo muy bonito, con mucha gente en el pabellón. Recuerdo que en las gradas había gente de mi club, mi familia…
En 2010 decides dar el salto al CV Leganés, principal cantera del voleibol masculino madrileño…
Aquí dejaba compañeros y amigos con quienes había compartido momentos muy bonitos como el Campeonato de España de Pizarra, Maeso, Rafa, Héctor, Kike,…En Leganés el nivel era mayor y eso me ayudó a mejorar.
Tu mejor momento en Leganés, ¿el bronce en el Campeonato de España Juvenil de clubes de la temporada pasada?
Sí, además el día que debuté en Liga FEV contra Covadonga, casualidades de la vida, era mi cumpleaños.
Cuéntanos, ¿cómo surge la oportunidad de militar en un equipo como Vecindario?
Me ofrecieron ir a probar una semana, si convencía, me quedaba. Si no, vuelta a Madrid. Al tercer día de entrenamiento me confirmaron que me quedaba.
A las primeras de cambio, debutas en Superliga y lo haces siendo incluido en el “siete” ideal de la jornada, ¿sorprendido?
Claro, pero lo del siete ideal es anecdótico. Hice un buen partido pero, evidentemente, no soy el mejor líbero de la competición.
En un par de meses has pasado de jugar ante amigos y familiares a hacerlo ante espectadores que pagan por verte, ¿cómo se lleva el cambio del deporte amateur al profesional?
Impresiona, jugar por ejemplo en Teruel con ese ambiente… No intimida pero sí te pone un poco nervioso. El deporte profesional implica sacrificio, constancia... quiero llegar más lejos pero paso a paso.
Desde muy pequeño siempre te ha tocado jugar con gente mayor que tú, ¿qué crees que te ha aportado?
Quizá madurez. Jugar con 15 años con gente de 30 como cuando debuté con Pinto en categoría sénior te hace madurar y ver las cosas de otra forma.
¿Y el compartir hoy vestuario con jugadores del prestigio de Alexis Valido, libero de la selección absoluta?
Pues me anima a seguir trabajando para mejorar. Él está siempre motivándote, ayudándote, corrigiéndote… Además, está la figura de Francisco Sánchez Jover, mi entrenador, que es toda una institución en el voleibol español y que apoya mucho a la gente joven.
Cómo es la vida de un deportista de élite? Cuéntanos un día normal en esta tu nueva vida.
Me levanto sobre las siete para ir al Instituto. Comparto piso con otro compañero de mi misma edad que viene de Valencia, Sergio Ramírez. Vamos juntos a todos lados, eso me ayuda. Las comidas las hacemos en un restaurante próximo con quien tiene convenio el Club, y por la tarde, todos los días, incluidas jornadas de partido, entrenamos tres horas y media. Antes, estudio. En el club se le da mucha importancia a esta faceta. Si no logro compatibilizar mi carrera deportiva con la académica, me rescinden el contrato así que… El día acaba sobre las 23 horas, siempre y cuando antes haya sacado las horas de estudio precisas porque si no toca de nuevo ponerse.
En una persona tan apegada a su familia y tan joven como eres tú, ¿cómo se lleva la distancia?Mal pero al venir sabía que iba a estar lejos de familia, amigos,… De todas formas, ellos siempre que pueden se escapan a verme cuando viajamos a la península y todo el día están pendientes de mí. Si todo marcha como está previsto, vuelvo unos días por navidad.
¿Qué esperas de la temporada?, ¿cómo ves tu futuro a medio plazo?
En Liga vamos cuartos, si mantenemos la plaza acudiremos a jugar la Copa del Rey, habrá que lucharla y luego ir a más. A medio plazo, me gustaría seguir pues está siendo una experiencia fantástica con gente muy humilde y trabajadora pero habrá que ver cómo me veo, qué opina la familia, qué opina el club…
Por último, un consejo para todos aquellos que dan sus primeros pasos en el deporte, entre ellos tu hermana Eva.
Que disfruten y traten de aprender. Que enfoquen cada entreno como si fuese el último porque se entrena como luego se juega. Para mi hermana, que sé que tiene capacidad, que no se venga abajo en los malos momentos y que controle esos nervios

















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