El despilfarro
Una de las principales causas de la tremenda crisis que padece España es que nuestros gobernantes han malgastado el dinero público (nunca el suyo) de forma irresponsable en obras faraónicas, sin preocuparse por si eran útiles, tenían demanda y, sobre todo, si se podían pagar.
La lista -estremecedora por las cantidades de miles de millones de euros derrochados por toda la geografía del país- es interminable: aeropuertos fantasma, como los de Castellón, Ciudad Real y otros 26 infrautilizados que generan un agujero de miles de millones de euros; la inacabada Ciudad de la Cultura de Galicia; la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia; el tranvía de Jaén, que un año después de realizar la infraestructura no arranca por falta de viabilidad económica; la estación del AVE de Requena-Utiel, en la que no sube ni para nadie; o los “ejemplos” cercanos -entre miles de toda España- de la inviable “Ciudad del Circo” de Alcorcón (100 millones de euros), a medio terminar, o el ruinoso tranvía de Parla.
Pinto tiene también sus propias obras faraónicas promovidas por gobernantes irresponsables. El caso del Pabellón Príncipes de Asturias (18 millones de euros por su construcción) es emblemático porque parte de la deuda (más intereses) que generó aún se sigue pagando. Además, tiene un déficit anual de explotación de casi un millón de euros añadidos. Nunca, jamás Pinto demandó tamaña infraestructura. Nunca, jamás, desde su inauguración en 2005, fue plenamente utilizada.
Pero hay otra infraestructura construida que se asemeja todavía más a las citadas en el primer párrafo de este editorial. Se trata de la construcción de la Residencia Municipal Dolores Soria, en la que se invirtieron cinco millones de euros procedentes de los dos Planes E del Gobierno de Zapatero. Fue el anterior Gobierno Tripartito de Pinto (PSOE-IU-JpP) quien decidió construir esta residencia sin negociar previamente su gestión con la Comunidad de Madrid. Acabada la obra hace ya año y medio, ahora el Ayuntamiento no puede abrirla por falta de medios económicos. Igual que el tranvía de Jaén, igual que los aeropuertos famosos, igual que tantos y tantos derroches por toda la España española.
Como colofón, baste decir que sólo con el dinero derrochado en la ‘non nata’ residencia municipal de Pinto, este municipio podía ofrecer durante varios años, ‘gratis total’, a sus ciudadanos las actividades culturales (música, teatro, pintura, cerámica, danza…), educativas extraescolares o deportivas. Contemplar tanto despilfarro desde la angustiosa situación económica que viven tantos vecinos causa ira, pena y decepción, porque la verdad es que todos hemos sido, de alguna manera (aunque sólo haya sido votando a semejantes irresponsables), cómplices.
Editorial del nº 258 (octubre 2012) de la revista ZIGZAG, edición de Pinto.
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