¡Que la detengan!

20 de septiembre, 20 horas de la tarde. Para muchos es un día y una hora más, pero para algunas familias será recordado como el momento en el que han pagado con su trabajo el ahorro que pretenden conseguir el mismo grupo de incompetentes que han arruinado nuestro Ayuntamiento en un tiempo récord, que han mal gestionado los fondos públicos durante los últimos años, y que han provocado que a parte de estas 14 personas, otras 29 se encuentren en la calle (y sí, estoy hablando de los que prometen crear empleo). Lo peor de todo no es esta noticia, ya de por sí nefasta, si no que todo ello se podría haber evitado.

Se podría haber evitado bajo dos condiciones: esfuerzo en encontrar argumentos que defiendan a los trabajadores y sus puestos (a todos, porque todos son iguales para los que tenemos esa idea), e intención de evitar estas decisiones. Decisiones dolorosas, injustas, antieconómicas e innecesarias. Pero en el caso del Ayuntamiento de San Martín de la Vega no se cumple ninguna de las dos condiciones. 

No se cumple que aquellos que tienen la capacidad de tomar decisiones, es decir, de gobernar, lo hagan pesando en el bien común. En el pasado Pleno, se expuso unas enmiendas que de su aprobación, sustituirían el despido de 14 trabajadores (de 14 personas, no lo olvidemos) por una rebaja salarial generalizada. Algo que los propios trabajadores afectados están de acuerdo, y así lo han hecho saber a través de su asamblea. Pero nuestra Alcaldesa junto a su incompetente gobierno, es del tipo de gobernantes que se pasan las Asambleas y los acuerdos por el mismo lugar que la tolerancia, el respeto y la libertad de expresión. Las enmiendas no se aprobaron; los despidos sí. Porque es lo que quieren.

Con estas enmiendas no se planteaba únicamente evitar 14 despidos, ya que ello lleva aparejado el ahorro de cerca de 240.000 € para las arcas de nuestro Ayuntamiento (consecuencia del pago de las correspondientes indemnizaciones). Con esos casi 240.000 € se podrían reactivar todas las actividades y servicios de cultura, juventud o deportes que han ido eliminando con su gestión del “son deficitarias y no lo podemos asumir, que se lo pague quien lo quiera usar” (del castellano: que se lo pague quien pueda).

Y tampoco se cumple que los gobernantes, en este caso la Alcaldesa incompetente y la concejal de turno, la que se inventa cálculos para camuflar los datos de su alarmante gestión, tengan la más mínima intención de llevarlo a cabo. Porque no es casual que aquellos trabajadores que se despiden, tengan algo (poco o mucho) que ver con que primero han ido suprimiendo años atrás las actividades de las que los afectados se encargan, para ahora dar la estacada y despedirles.

¡Vamos a negociar! ¡Que nosotros queremos lo mejor para todos!, dicen. ¿Negociar el qué? Primero dicen que quieren evitar los despidos, y ahora que eso es posible se inventan unos informes de unos abogados que alegan que no es posible rebajar los sueldos. A lo mejor estos informes los han visto "en internet", como los famosos informes del tren (de los que por cierto, no hemos vuelto a saber nada de ellos). ¿Dónde están los informes de esos abogados? ¿Por qué si existen no los han presentado en el Pleno? ¿Por qué si no existen, no han esperado a su resolución para aprobar en tal caso, estas medidas, tal y como exigimos en la sesión Plenaria, y como viene recogido en el artículo 92 del Reglamento de Orden y Funcionamiento?

Añadido a todo esto, que lo mejor de todo es que tampoco les puedes llevar la contraria. Ya hemos comprobado en el citado Pleno que a la mínima, como si de un Juez de la Audiencia Nacional se tratase, o como si de David Civera en pleno apogeo veraniego, nuestra Alcaldesa en función de sus poderes paranormales (eso, o se cree que vivimos entre 1939 y 1975) avisa a la policía para… ¡Que la detengan!