Tras haber ganado la Vuelta a España y con ello quitarse la enorme presión que suponía su regreso al ciclismo de competición, Alberto Contador afronta la contrarreloj del Mundial que se celebra en la ciudad holandesa de Valkenburg, sin esconder sus opciones.
"Me he recuperado del resfriado de la Vuelta y ahora
vuelvo a tener buenas sensaciones. Después de una ronda tan exigente, poco a
poco voy sintiéndome más suelto de piernas. Hasta que no empiece la crono soy
una incógnita, pero voy con la intención de pelear por una medalla, porque
siempre que corro lo hago para ganar. Vengo con ganas. Los tres repechos que
hay me vienen bien", ha declarado el pinteño.
La prueba consta de 46,3 kilómetros, con un trazado sinuoso y con la ascensión a tres cotas, la primera en el kilómetros 16 (1.000 metros al 7%), la segunda en el 40 (unos 800 metros y algo más tendida) y la tercera, la emblemática Cauberg, a poco más de un kilómetro para el final (1.200 metros al 5,8%), donde finaliza la clásica Amstel Gold Race.
Es una contrarreloj para corredores de potencia y hábiles en el manejo de desarrollos, como Contador, que señala como principal rival a Tony Martin, actual campeón del mundo que saldrá en última posición.
El penúltimo será el propio Contador (15.22 horas), con las referencias de otros adversarios notables, como el sueco Fredrik Kessiakof (15.18 horas), ganador de la crono de la Vuelta en Pontevedra.
Contador también participará con la selección española el próximo domingo en la prueba en ruta.
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