Desde hace más de un año, los vecinos de la calle Hospital y alrededores venimos sufriendo los constantes ladridos de un perro, que como animal que es, ladra por sistema. El perro se encuentra en el patio de una propiedad privada, al aire libre, y sin ningún tipo de vigilancia.
Ladra de día y de noche, y estos ladridos provocan que muchos de nosotros no podamos ni siquiera descansar en nuestra propia casa, teniendo que ir a veces a trabajar con apenas varias horas de sueño, en el mejor de los casos, porque cuando llegue el verano esta situación se agravará.
Llegados a este punto ¿la culpa la tiene el perro? Por supuesto que no. La culpa la tienen los dueños, que no se preocupan de los daños que puede ocasionar un animal a su cargo. Los vecinos después de hablar con ellos en reiteradas ocasiones, acudir a la policía, mandar diversos escritos al ayuntamiento... la respuesta que tenemos es un silencio absoluto que nos llena de indignación y de rabia.
Queremos dejar claro que esto no es un antojo o una pataleta sin sentido, esto es un problema grave que vulnera además de las ordenanzas, el artículo 2.2.1 de la Ley 1/1999 de Protección de animales domésticos de la Comunidad de Madrid.
Desde aquí dejar claro que los vecinos afectados seguiremos luchando para solucionar este tema, y a los dueños invitarles a que visiten algunas empresas de alarmas antirrobos, las cuales tienen buenos precios y seguro que les pueden ofrecer un gran servicio, sin tener que recurrir a un pobre animal que al final es el que se llevará todas las culpas.
Mercedes Alonso del Valle (vecina afectada).
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