El Gobierno municipal ha decidido adelantar la hora de cierre de los locales de la calle Real y aledaños, principal zona de ocio nocturno de Pinto. “Ante el incumplimiento reiterado de los horarios de cierre -señala el primer teniente de alcalde, Julio López Madera-, los informes policiales y los altercados que se producen de madrugada, nos hemos visto obligados a adelantar preventivamente una hora y media el horario de cierre los fines de semana”.
Los
propietarios de los bares de copas se han movilizado y rechazan frontalmente la
medida que, según ellos, supondrá “el cierre de todos los negocios en tres o
cuatro meses”. Por su parte, los vecinos ven la decisión del Ayuntamiento con
excepticismo. “Va a haber una normativa, no una solución, ya que [los bares de
copas] la incumplirán”, señalan.
El Ayuntamiento también argumenta que al tomar esta decisión tiene en cuenta sentencias judiciales que “reiteradamente han amparado el descanso de los vecinos”. La nueva normativa de horarios que entra en vigor el próximo 1 de junio para los locales de ocio nocturno en Pinto es de 17:00 a 04:00 horas, y en los fines de semana y vísperas de festivos, hasta las 04:30 horas (anteriormente era hasta las 06:00 horas).
Acuerdos al comienzo
A finales del siglo pasado comenzaron a surgir algunas protestas por ruidos que producía la incipiente “movida” pinteña en la calle Real. Pero eran muy puntuales y se reducían a la discoteca Kristal (local del actual Anubis).
Fue en las reuniones de entonces cuando la comunidad de vecinos de la Calle Real, que comenzaba a sufrir los efectos del ruido, decidió dar su brazo a torcer para no dejar que los jóvenes de la localidad se desplazaran a otros pueblos para divertirse las noches de los fines de semana. “Estuvimos de acuerdo entonces”, declara la Asociación de Vecinos de la Calle Real que apoyó la iniciativa, “pero ahora esta diversión no es normal”. En aquel momento, los locales en Pinto no gozaban de las licencias actuales, su horario de apertura duraba hasta las 03.30 horas.
Se multiplican las licencias
Hasta el 2007 existían muy pocos locales que disfrutaran de licencias hasta las seis de la mañana. “Ahí ya se detectó el problema”, declara el primer teniente de alcalde Julio López Madera. Comenzaron a otorgarse licencias de “café-espectáculo”, que permitían la apertura hasta 06.00 horas hasta llegar a multiplicarse. Hoy, sólo en la zona existen cinco actividades con licencia de café espectáculo, dos discotecas, dos bares de copas sin actuaciones musicales en directo, dos bares cafetería y un restaurante espectáculo.
Fue este abusivo incremento de licencias otorgadas por el Ayuntamiento lo que hizo saltar las alarmas entre los vecinos. Desde entonces, políticos y empresarios del sector han buscado un acuerdo que garantice la calidad de vida de los ciudadanos sin ir en detrimento de la actividad económica.
Efecto llamada
El denominado “efecto llamada”, por el que acuden a la noche de ocio pinteña muchos jóvenes de los pueblos colindantes, hizo más sonora la polémica y más insoportable el sueño para los vecinos de la Calle Real. Este es el principal problema que el Ayuntamiento asegura que pretende atajar con la nueva normativa de horarios.
“Esperamos que se vaya la gente de fuera”, declara López Madera, “no queremos ser en centro de ocio del sur de Madrid de la última copa”. Y añade, “la medida que tomamos es por el follón que se produce en la calle, no por el ruido dentro de los locales”, “no hemos hecho diferencias por las licencias, sino por la acumulación de negocios”.
Ya en abril de este mismo año, el Ayuntamiento declaró la calle Real y aledaños zona de protección acústica “para garantizar el descanso a los vecinos que allí viven”, expone el primer teniente de alcalde.
El ruido en la calle
“A las 23.30 el ruido ambiental sube con la puesta en marcha de los locales. Se mantiene hasta las 2.30, con un tono molesto. Luego, empiezan a subir el volumen de la música, preguntamos por qué y nos dicen que si no se sube, los chavales ser duermen y si se duermen no venden copas. A partir de las 3.30 empieza a llegar la gente del resto de municipios, que la montan principalmente en la calle. Gente que fuma, gente que va y que viene”. Son las declaraciones de uno de los vecinos afectados, que asegura desconocer el descanso desde hace 5 años.
El volumen incontrolado de la música en la mayoría de los locales no es el problema principal, entiende el concejal López Madera, “las denuncias e informes se dan sobre todo por la situación en la calle”. Pero “este follón”, señala el responsable municipal, se mantiene porque “no se respetan los horarios de cierre de los locales”.
Responsabilidad del Ayuntamiento
“Se mofan con comentarios y nos culpan de su ruina”, protesta molesta una de las vecinas, refiriéndose a los propietarios de los bares de copas, “a ellos les da igual nuestro descanso”.
Pero para los vecinos la culpa no recae exclusivamente en los locales, “el Ayuntamiento ya sabía el tipo de espacio que estaba creando”, critican. López Madera entiende estas críticas y las respalda. “Es lo más criticable, desde luego, que se hayan concedido demasiadas licencias como café espectáculo”, admite el concejal, “pero nosotros [Partido Popular] no tenemos responsabilidad en eso, acabamos de llegar”.
Ya no es sólo el ruido. Los vecinos aseguran que al día siguiente se ven ‘obsequiados’ con suciedad, vómitos, meadas e incluso preservativos. “Por las mañanas tengo que salir antes que mis hijos para ver lo que hay”, comenta un hombre con indignación.
“Los informes dicen que los bares no han cumplido”, revela López Madera. Aunque las licencias de los locales fueran hasta las seis de la mañana, los vecinos de la Calle Real denuncian que algunos permanecían abiertos hasta las siete.
Tras la última reunión que mantuvieron en el Ayuntamiento hace tres meses todos los implicados –vecinos, propietarios de locales, gobierno, policía y resto de partidos de la oposición- bajo el aviso de que “algo debía cambar”, el Ayuntamiento pensó que los locales reaccionarían, pero “cerrar a las 6.45 en vez de a las 7 como lo hacían antes no es querer solucionar nada verdaderamente”, se queja el concejal, quien “no cree” que el adelanto del cierre de los locales “les vaya a originar la ruina, lo harán otras cosas. Los negocios tienen que adaptarse a las circunstancias, buscar otras salidas, refundarse y para ello tienen el apoyo del Ayuntamiento”.
Por su parte, los vecinos se muestran escépticos ante la nueva regulación impulsada por el Gobierno local. “Va a haber una normativa, no una solución”, sentencia uno de los residentes afectados. “Los bares la incumplirán”, advierte otro. “Es un avance que no resolverá nada, dará más conflicto” explica un tercero, “y espero -sentencia- que sea ese conflicto el que les termine cerrando”.
La trampa municipal
La antigua Kristal, la discoteca más antigua del municipio, es hoy, después de adoptar distintos nombres, la actual Anubis, el local mejor valorado por consumidores e incluso vecinos residentes de la Calle Real. Gustavo, su actual propietario y portavoz de los locales, lleva tres años y medio al frente de la discoteca, en la que ha invertido 500.000 euros para asegurar su insonorización.
Declara que la “trampa” del Ayuntamiento recae en el hecho de generalizar la licencia de café-espectáculo a todos los locales de la calle. “Yo tengo una licencia de discoteca aprobada por el Gobierno Socialista, por la que tuve que cumplir un montón de normativas y pagar”. Sólo hay dos establecimientos con la licencia de discoteca en Pinto, Anubis y Pasión.
“En los ayuntamientos de Valdemoro, Getafe y Parla hay discotecas que cierran a las seis y otras que cierran a las tres y media”, explica el portavoz y se muestra de acuerdo en la singularidad que ya apuntó el concejal López Madera, la proximidad de los bares, lo que los vecinos definen como “aglomeración”.
“Desconocen
el sector”
El consumo por persona un viernes, declara Gustavo, es de 3 euros en toda la noche. Según el empresario, la gente de fuera supone un 60% del negocio. “Absolutamente todos los locales cesarán su negocio en 3 ó 4 meses si nos obligan a cerrar a las 4.30 horas”, prevé Gustavo. “La gente de Pinto hará lo que ha estado haciendo la gente de otros pueblos viniendo aquí”.
“Desconocen el sector”, argumenta el empresario intentando encontrar el punto flaco a la decisión del Ayuntamiento. “Se lo hemos intentado explicar, no estamos exagerando, va a suponernos la quiebra”.
“Es una normativa muy cuestionable”, se aventura a decir el dueño del Anubis, “para otros negocios es bueno que venga gente de fuera ¿por qué para el nuestro no?, se cargan el desarrollo económico del municipio”. “Causamos las mismas molestias que puede causar una autovía o una terraza en verano”.
Hacer cumplir la normativa, no pagar justos por pecadores
“Hay locales que se han saltado la normativa de horarios”, reconoce Gustavo, “y es posible que haya locales a los que les falte algún grado de insonorización o simplemente mande la irresponsabilidad”. Cree que con la entrada en vigor de la nueva normativa pagan justos por pecadores. “Yo no tengo que cerrar porque otros locales incumplan el horario o excedan el volumen”, protesta el empresario, “si es un problema de locales concretos, que el Ayuntamiento inicie el procedimiento legal contra esos locales. Hay un régimen sancionador para quien se salte la ley y 90 profesionales de la policía para hacer que se cumplan las normas”.
Informes policiales negativos
Gustavo entiende que los ruidos ocasionados en la calle son “una batalla que corresponde al Ayuntamiento”, sin comprender cuál es la responsabilidad que les demandan al respecto. “¿Qué podemos nosotros solucionar?”, se pregunta Gustavo, “el problema del ruido en las calles viene por la poca presencia de policía municipal”.
Para el empresario la decisión de cerrar los locales una hora y media antes se ha visto “presionada” por la policía a través de “unos informes de seguridad inflados”. En la última reunión de todas las partes afectadas, el sargento de la Policía Local, Gervasio Villaverde, comentó las numerosas intervenciones que los agentes efectúan en los locales nocturnos, “sabéis que nos toreáis, no hacéis caso a las normas, si por mí fuera, estabais todos cerrados”, manifestó el sargento.
Según el portavoz de los bares, “los vecinos afectados son 14, de los cuales 6 apenas lo sufren”. Si bien reconoce ser consciente del malestar que la aglomeración de locales produce a la salud de los vecinos. Sin embargo, la comunidad de vecinos ha recogido más de 100 firmas para el cierre de los locales.
“Julio López Madera prometió delante de todos que si cumplíamos la normativa se paralizaría la ley”, asegura el portavoz de los propietarios de los locales. “Nosotros hemos estado cerrando escrupulosamente a las seis menos diez y a las seis de la mañana los locales estaban desalojados del todo, me he asegurado personalmente de ello. Qué voluntad nos puede pedir López Madera más que el cumplimiento de la normativa”.
Movilización de los dueños de los bares de copas
Ante la inminencia de la fecha del nuevo horario -1 de junio- los locales han dado el pistoletazo de salida a unas jornadas de protesta contra el Ayuntamiento que esperan queden saldadas con la retirada de la nueva normativa.
Una de sus acciones ha sido crear una página web: www.dejadnostrabajar.com, que ha provocado una nueva polémica con el Ayuntamiento, quien ha declarado que “hacen un uso indebido de símbolos municipales” y “intentan confundir a los vecinos para sacar un provecho personal”.
Pedro | Domingo, 21 de Agosto de 2016 a las 10:04:28 horas
El ayuntamiento ha dado licencias a cualquiera para abrir locales y terrazas sin ningun miramiento, yo duermo a 3 metros de una terraza que no deberia de existir, y hasta que no cierra a la 1 tengo que estar despierto, luego levantate a las 6...señores, ua terraza debe estar en un descampado o parque, no en una acera de 3 metros de ancho, es una barbaridad
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