Pitada policial al Gobierno de Parla durante el encendido de luces navideño

El acto del encendido de las luces de Navidad en Parla, celebrado el pasado 4 de diciembre en la plaza de Adolfo Marsillach, quedó eclipsado por una sonora protesta protagonizada por agentes de la Policía Local. Cuando el alcalde, Ramón Jurado (PSOE), tomó la palabra para iniciar la cuenta atrás, un grupo de policías —algunos de ellos enmascarados— irrumpió con pitos y gritos de “fuera, fuera”, impidiendo que el acto se desarrollara con normalidad ante una plaza repleta de familias.

La protesta, que no estaba convocada oficialmente por los sindicatos y surgió de forma improvisada, fue fruto del malestar que la plantilla viene mostrando desde hace meses. Apenas tres días antes, más de un centenar de agentes se habían concentrado frente al Ayuntamiento, convocados por CSIF, para denunciar la falta de personal y medios del cuerpo.

El sindicato alerta de que hay jornadas en las que solo un coche patrulla recorre las calles de Parla durante el día —dos por la noche—, una situación que consideran “insuficiente e ineficaz” y que pone en riesgo tanto a la ciudadanía como a los propios agentes. Según CSIF, la plantilla sigue “mermada, sobrecargada y sin previsión real de refuerzo”, y sus responsables reprochan al Gobierno local de PSOE y Más Madrid haber optado por “mirar hacia otro lado”.

CSIF reclama que se reactive de inmediato la negociación paralizada con el Ayuntamiento, así como una respuesta por escrito sobre las medidas previstas para reforzar la seguridad. “La inseguridad ha aumentado y los hechos delictivos se han intensificado”, advierte Iván de la Puerta, secretario del sindicato, quien no descarta nuevas movilizaciones si no hay avances. De hecho, los agentes han anunciado otra protesta para el próximo día 11.

Desde Más Madrid, su portavoz Miguel Fuentes ha criticado la protesta asegurando que “no era el momento ni el lugar” y reprochando el uso de máscaras y “cánticos desafortunados” en un espacio “lleno de familias que querían disfrutar del encendido”. Para el Gobierno local, que defiende que las reivindicaciones deben canalizarse por los cauces formales, los hechos han supuesto “una ruptura de la convivencia” en el inicio de la Navidad.