La entrada al bajo.Los vecinos han convocado una concentración el lunes, a las 19.00 horas, en la calle en la que se encuentra el piso por el que se han enfrentado dos grupos de okupas.
Los vecinos del barrio del Caracol de Valdemoro continúan su lucha contra la okupación. Después de acudir a los medios de comunicación para denunciar los daños ocasionados por los dos grupos de okupas que han ido a juicio para ver quién se quedaba a vivir en un piso propiedad del Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA) en la calle Benelux, el lunes 3 de junio se manifestarán para dejar claro su rechazo a su presencia en el inmueble.
La concentración será en la propia calle Benelux, de 19.00 a 20.30 horas. La idea es contar con el máximo número de valdemoreños posible, vivan o no en el barrio, pues, como recuerdan en la imagen que han difundido para dar a conocer la convocatoria, casos como este puedan llegar a darse en otras zonas de la localidad.
A juicio rápido por ver quién se quedaba en el bajo
El suplicio de estos vecinos empezó la noche del martes 21 de mayo, cuando uno de los propietarios del bloque en cuestión vio a una persona forzando la puerta de la comunidad y decidió llamar a la Guardia Civil. Los agentes acudieron, pero no hallaron indicios de nada.
En la madrugada del viernes al sábado, otros vecinos fueron testigos de cómo varias personas metían cosas en el bajo del bajo vacío, propiedad del IVIMA, y volvieron a llamar con la esperanza de que pudiesen ser desalojados al no haber pasado el límite de 48 horas. La sorpresa llegó cuando se enteraron de que el piso había sido okupado no en una, sino en dos ocasiones. Primero había entrado un grupo de cuatro integrantes y, más tarde, una pareja que había cambiado la cerradura y había tirado las pertenencias de los otros a un descampado.
Los primeros denunciaron a los segundos por estos hechos y el lunes se celebró un juicio rápido, sobre el que los vecinos no saben nada, para ver quien se quedaba la casa. “Sólo sabemos que siguen los segundos”, concretó una de las residentes, añadiendo que estaba previsto que en el piso entrase una familia con necesidades especiales a la que el IVIMA tendrá que reubicar en otra vivienda.
Los okupas se encuentran enganchados ilegalmente a la luz y al agua de la comunidad, algo que ya se ha trasladado a las compañías de suministro, y han manipulado la puerta del garaje para poder abrirla sin necesidad de tener mando. El administrador, tras tomar nota de todos los desperfectos ocasionados, ha convocado a los vecinos a una reunión el próximo martes con el fin de tomar medidas legales.



















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