Ana María Romero, portavoz del PP en San Martín de la Vega, renuncia entre lágrimas a su acta de concejal

Ana María Romero, portavoz del Partido Popular en San Martín de la Vega, dio ayer la sorpresa al presentar en el pleno ordinario de diciembre su renuncia al acta de concejal. La edil de la oposición tomó la palabra, visiblemente emocionada, para anunciar su marcha, una “decisión personal” que responde a la imposibilidad de dedicar a la política local el tiempo que requiere. 

“Me siento muy orgullosa de pertenecer al PP y de haber podido participar en la gestión municipal junto a mis compañeros. En estos seis años no ha habido actuación que no haya llevado a cabo sin tener siempre presente lo mejor para mi pueblo y mi partido, muestra más si cabe esta renuncia”, declaró en su intervención, en la que expresó su gratitud a los diversos colectivos de la localidad, a los vecinos y a su familia, para la que esta etapa “no ha sido fácil”. 

Entre lágrimas, Romero cerró su discurso manifestando su confianza en que quienes se quedan —Marcos Ocaña, Sergio Moreno y María Cristina Valle— y quien venga a sustituirla realizarán una excelente labor para San Martín de la Vega. El siguiente en la lista electoral presentada por el partido a los comicios municipales del 28M es José Luis González, número 5 de la candidatura.

El alcalde, Rafael Martínez, deseó a la concejala lo mejor en lo personal y agradeció su trabajo como portavoz del grupo municipal popular. Desde su partido, Ocaña quiso dedicar unas palabras de reconocimiento a su “inmejorable” labor en la oposición y a la valentía que demostró cuando tomó la decisión de situarse al frente del PP en la localidad, en un momento difícil para la agrupación.

Cámaras en el cementerio municipal 

La renuncia de Ana María Romero fue algo excepcional, pues el pleno de diciembre, como es habitual en San Martín de la Vega, se dedicó sólo a la actividad de control y a la presentación de ruegos y preguntas. Aprovechando su tiempo de intervención en este último apartado, el Partido Popular puso sobre la mesa dos cuestiones: la necesidad de instalar cámaras de vigilancia en el cementerio municipal tras el robo registrado la pasada semana y los fallos detectados en los tickets del rasca y gana, la promoción comercial del Ayuntamiento para incentivar las compras en los negocios de proximidad esta Navidad. 

“Está viciado. Sin necesidad de rascar se puede ver si hay o no premio, por lo que los comercios pueden entregar al cliente que quieran el boleto ganador”, advirtió Ocaña. Si bien reconoció el error detectado por el concejal popular, Martínez defendió que hubiese sido peor no realizar una campaña ya anunciada o haber tenido que ir comercio a comercio recogiendo las cartulinas entregadas. “Es tan fácil como que tengan los rascas dados la vuelta y no estén buscando dónde está el premio antes de su entrega”. 

A colación del hurto en el camposanto, el alcalde anunció que el Ayuntamiento dotará de cámaras el entorno, un espacio público muy abierto en el que es “muy difícil” controlar todo el perímetro. “Llamar a la calma de los vecinos. Ha sido un robo puntual, por la noche, que ya ha sido denunciado y hay una investigación abierta por la Guardia Civil”.