
"En unos meses los pinteños podrán disfrutar de este edificio único”, ha declarado el alcalde de Pinto, Salomón Aguado.
En 2011, el conjunto arquitectónico del Centro Municipal de Cultural y el convento y la iglesia de la Sagrada Familia, con 160 años de historia, cerró sus puertas para que la Comunidad de Madrid acometiese obras de reparación del saneamiento, cubierta y muros del edificio. Lo que parecía un cierre temporal rápidamente se fue complicando hasta que finalmente, en 2018, se iniciaron los últimos trabajos de consolidación, recuperación, acondicionamiento y conservación.
Aunque el certificado final de obra se emitió el 29 de septiembre de 2022, no ha sido hasta este mes de octubre de 2023 cuando el Ayuntamiento de Pinto ha recepcionado el complejo. A lo largo de estos años la Comunidad de Madrid ha invertido casi 3,6 millones de euros con cargo al Programa de Inversión Regional, que en los próximos años financiará parte del gasto corriente municipal y la construcción de un nuevo complejo deportivo y el Edificio de Seguridad.
Las obras se han llevado a cabo en las alas norte y oeste del antiguo convento e iglesia, donde ahora se situará la parroquia. Las obras han servido para eliminar las humedades de los muros y reparar la red de saneamiento y la instalación eléctrica, además de iluminar de forma eficiente los inmuebles. El Ayuntamiento deberá ahora emprender los trabajos de adecuación del resto del edificio y amueblar todo el complejo.
A la entrega de llaves acudió prácticamente toda la corporación municipal, representantes de la Diócesis de Getafe y el consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel García. Durante el acto, en el que no se permitieron preguntas públicas de la prensa, se realizó un recorrido por el edificio y se explicaron los pasos dados en este tiempo.
“Hoy recuperamos una de las joyas de Pinto -declaró en su intervención el alcalde, Salomón Aguado-. En unos meses los pinteños podrán disfrutar de este edificio único”. El regidor, a pesar de los 13 años de espera hasta la finalización de las obras, agradeció el trabajo realizado a la Comunidad de Madrid. Aguado se comprometió también a “poner todos los recursos y esfuerzos necesarios” y que el edificio “vuelva a estar impregnado de cultura, que es el mejor instrumento de cohesión social, creatividad e innovación”.
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