Los "Presupuestos selfis" de Ciudadanos para Valdemoro
El mes de marzo concluyó con un juego de prestidigitación digno de David Copperfield. El gobierno municipal se ha descolgado con la presentación de unos “presupuestos municipales” a escasos 60 días de las elecciones -38 si descontamos los festivos-.
Llama la atención que lo que no se ha hecho durante los cuatro años de mandato salga ahora de la chistera ¡Y nos lo quieran vender como un éxito! Cuatro años de holganza y dos meses de trabajo para llevar unos presupuestos al pleno en un alarde de oportunismo electoralista que empequeñece a cualquier populismo bananero.
El uso partidista de la institución municipal por parte de Ciudadanos acabará estudiándose en las facultades de Ciencias Políticas. El alcalde de Valdemoro no va a los actos oficiales: según las redes sociales de Cs, va el partido y desde la oficina del alcalde se organizan las citas de los vecinos con el partido político Ciudadanos.
Quizá la mejor prueba de que en realidad los presupuestos no son más que un tosco ejercicio de electoralismo ha sido el proceso mismo de su elaboración: a hurtadillas, en despachos cerrados y a espaldas de los vecinos. Ciudadanos, que se llamaba a sí mismo “el partido de la transparencia” ha eludido cualquier proceso de escucha activa entre los vecinos de Valdemoro.
¿Cuáles son los intereses de la gente, sus necesidades, anhelos o inquietudes? No interesa.
Unos presupuestos municipales necesitan diálogo, mucho diálogo y consenso, no solo entre los partidos políticos sino también con el tejido social valdemoreño, con la sociedad civil que es quien va a pagar los impuestos que se aprueben y va a recibir -o dejar de recibir- los servicios que se determinen. Sin embargo, Ciudadanos no ha dedicado un solo minuto a preguntar a los vecinos ¿Desconfían de ellos, acaso?
¿Los presupuestos son una tabla de Excel en los que se suman y restan partidas? ¿Eso son presupuestos municipales, un conjunto de operaciones matemáticas en las que se calculan gastos e ingresos? En absoluto. Los presupuestos son un indicador sobre cuáles son las intenciones del gobierno municipal respecto a las políticas que se quieren llevar a cabo.
¿Se pretenden reducir los impuestos o aumentarlos? ¿Se va a dar prioridad a las políticas sociales o medioambientales? ¿Se van a invertir recursos en limpieza urbana, en fiestas municipales, en mantenimiento de las instalaciones deportivas? ¿Se van a subir o mantener los sueldos de los políticos? ¿Se van a privatizar o a remunicipalizar servicios? Para todo eso y mucho más sirven unos presupuestos, para desarrollar unas políticas según las prioridades del equipo que esté al frente de la institución.
Por eso llama la atención que los presupuestos los elabore un partido político que, con toda probabilidad, va a dejar de existir en Valdemoro ¿Le quieren “hacer el traje” al próximo alcalde? Es como si quisieran seguir mandando, aunque ya no estén en el Ayuntamiento.
Los manuales nos enseñan que hay distintos tipos de presupuestos según su forma de elaboración y objetivos, pero Ciudadanos ha inventado una nueva variedad: los presupuestos-selfies. Lo que en realidad han elaborado no es una previsión de gastos e ingresos según las necesidades del municipio y sus vecinos: han hecho un panfleto electoral para hacerse un selfi y tener, al menos, algo con lo que aparentar una acción de gobierno (una sola). No cuela.

















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