El descuartizador de Valdemoro será juzgado el martes en la Audiencia Provincial de Madrid

La Fiscalía Provincial de Madrid pide 25 años y cinco meses de prisión para Leonardo V. J., un tatuador que asesinó en su casa a una joven de 18 años, a la que después mutiló con un bisturí varias partes del cuerpo. El juicio se celebrará el próximo martes por jurado popular en la Audiencia Provincial de Madrid. 

Los hechos, por los que se le acusa de delitos de asesinato y profanación de cadáver, salieron a la luz cuando el conocido como descuartizador de Valdemoro fue sorprendido por la Guardia Civil mientras se disponía a deshacerse del cráneo de la víctima en unos matorrales cercanos a la vivienda donde cometió el crimen, en la que residía de forma ilegal desde 2014 y realizaba tatuajes sin licencia.

La joven acudió al domicilio la noche del 15 de octubre de 2019. No era la primera vez que visitaba al detenido, quien ya le había realizado varios dibujos y suministrado medicamentos sin receta, según explica el escrito de acusación difundido por la agencia Europa Press.

Una vez en la estancia, consumió varias cervezas y se tomó pastillas de un medicamento llamado Rivotril. “Aprovechando el estado de somnolencia en el que se encontraba por el consumo de las sustancias”, entre las dos y las tres de la madrugada, Leonardo se colocó por detrás y situó su brazo alrededor del cuello de la víctima con el propósito de ahogarla. 

Al no ser capaz de conseguir su objetivo, optó por cambiar de plan e intentó hacerlo con un cable, que mantuvo apretado alrededor de su cuello mientras le clavaba un cuchillo en el abdomen, que fue lo que finalmente provocó la muerte de la joven.

Trozos de piel que conservar como trofeos

Tras darle muerte, el descuartizador trasladó el cadáver a la bañera del aseo y, usando un bisturí, “cortó las aureolas de los senos de la víctima y realizó una incisión desde el ombligo en forma de «Y» hacia cada de una de las dos clavículas, emulando una lámina de su propiedad donde figura una mujer con los mismos tatuajes que presentaba”.

No contento con el resultado, el acusado recortó la cara de la joven y los dos tatuajes que él mismo le había realizado meses antes, una daga y una rosa, para colocarlos en salmuera a fin de conservarlos como trofeos. 

A la espera de que se celebre el juicio, Leonardo permanece en prisión provisional a raíz del auto dictado por el Juzgado de Instrucción número 4 de Valdemoro, tras su detención el sábado 19 de octubre de 2019. Aunque en un primer momento, se acogió a su derecho de no declarar, terminó confesando a los días que la había matado “por reírse de mi acento colombiano”.