Las obras en el centro de Pinto “asfixian” a los vecinos

La comunidad de vecinos del bloque número 7 de la calle Barco ha estallado contra el Ayuntamiento de Pinto por las molestias que las "obras de mejora peatonal y de la calidad del aire" están generando en su día a día. Los residentes llevan días denunciando que las máquinas empleadas por los operarios para realizar los trabajos “producen tal cantidad ingente de humo” que, cuando abren la puerta para entrar o salir del edificio, se asfixian. Algunos han llegado a tener que acudir al centro de salud, según recogen en un escrito dirigido al Consistorio, “para paliar los dolores de cabeza, mareos, vómitos y otro tipo de malestares” ocasionados por “la humareda y el olor a gasóleo”. 

Los vecinos argumentan que “si se estuviese realizando un buen uso y mantenimiento de las máquinas, con sus respectivos controles” los humos no tendrían por qué estar siendo “tan perjudiciales” para su salud. En su escrito al Ayuntamiento reúnen esta y otras molestias en una extensa lista. También hacen alusión a daños en la fachada del edificio —“le han dado un poco de cemento y lo quieren dejar así”, aseguran— y a la falta de horas de sueño por el ruido cuando pasan los coches y golpean unas chapas que los trabajadores “han dejado de cualquier manera” en la calzada. “Si tapasen algún agujero, o sirviesen para algo lo entenderíamos, pero es que las han puesto a mala leche”, sostienen. 

El pasado miércoles 22 de febrero, el Ayuntamiento alertó en sus redes sociales de la rotura de una tubería de gas en el transcurso de los trabajos a la altura del cruce de la calle Barco con la Calle Cádiz. En el lugar, además de personarse efectivos de la Policía Local, PIMER-Protección Civil y Bomberos de la Comunidad de Madrid para realizar una intervención de urgencia, estuvo la concejala de Agenda Urbana y Desarrollo Económico, Flor Reguilón. 

“Ella vino por la tubería, pero yo aproveché para comentarle lo de la máquina, sugiriendo que la cambiasen por el humo que soltaba. Me dijo que cerrásemos las ventanas durante las obras y aprovechásemos para ventilar por la noche, porque, quisiese yo o no, iban a seguir utilizando la misma herramienta”, explica un vecino a ZIGZAG, cansado de que tanto el Gobierno local como la Policía Local se desentiendan de las molestias que estos trabajos están ocasionando entre el vencindario. “Luego dicen que lo hacen por la calidad del aire y nos tienen aquí tragando una humareda... Nos envenenan con el dinero de la Unión Europea”. 

Las obras en la calle Barco empezaron el 26 de enero, con un plazo de ejecución de dos meses, como parte del proyecto financiado por los fondos europeos “Pinto, mejora de la calidad del aire y movilidad activa”. A finales de febrero, el Ayuntamiento informó del inicio de la segunda fase de los trabajos y afirmó que se estimaba que concluyesen “aproximadamente en un mes”.

Para los vecinos del portal 7, en el que viven tanto personas mayores como bebés, es “impensable soportar esta situación” más tiempo.

"Descoordinación y derroche"

A pocos metros de allí, en la calle Córdoba, las obras de asfaltado también están siendo foco de quejas. “El Ayuntamiento de Pinto levantando una calle que asfaltó él mismo cuatro días antes. La descoordinación y el derroche de recursos públicos que estamos viviendo en Pinto es insultante”, denuncian junto a una fotografía del estado de la calle el partido Pinto Avanza.

Desde el partido también han criticado que el Ayuntamiento no haya planteado alternativas para los vecinos del centro donde las obras, en una zona con ya pocas áreas de aparcamiento de por sí, han eliminado de forma temporal más plazas.