
Dos trabajadoras del complejo deportivo Rafael Mendoza sufrieron golpes de calor durante la semana pasada debido a las altas temperaturas y a la falta de climatización en la caseta en la que trabajan desde hace más de una década.
Los trabajadores del estadio Rafael Mendoza de Pinto llevan 25 años —el centro deportivo se inauguró en 1997— sin una instalación de aire acondicionado ni calefacción para poder aclimatar su lugar de trabajo. Los empleados del complejo deportivo del Parque Municipal (encargados de la gestión de las reservas de las pistas de fútbol, tenis o atletismo y de las escuelas deportivas) ya se han acostumbrado a algo tan inaudito como tener que ir a trabajar con mantas durante los meses de frío o atender a los clientes con gotas de sudor chorreándoles por la frente durante el verano.
La temperatura máxima y mínima de los locales de trabajo cerrados está regulada por el Real Decreto 486/1997, que dicta que las oficinas en las que se realicen “trabajos sedentarios” deben aclimatarse entre los 17 y 27 grados centígrados. Sin embargo, entre el mobiliario de la caseta de administración del Rafael Mendoza, se encuentran tres ventiladores y un radiador eléctrico que han llevado los propios operarios.
![[Img #33150]](https://zigzagdigital.com/upload/images/07_2022/7238_2022-07-22-3.png)
Los seis trabajadores de esta caseta, todos con diversidad funcional y contratados a través de un programa de integración del Centro Especial de Empleo Ceesur, ya han remitido sus quejas al Ayuntamiento de Pinto en repetidas ocasiones. “Cada vez que han venido del Ayuntamiento a ver las instalaciones se lo hemos comentado, pero seguimos sin respuesta”, cuenta a ZIGZAG una de las trabajadoras, de 58 años, que lleva en el centro desde 2010.
Solo la semana pasada, en la que las máximas de Pinto alcanzaron los 40 grados centígrados —un panorama similar al de estos días— dos trabajadoras se vieron afectadas por golpes de calor en sus horas de trabajo. “Yo estaba justo con una de las dos y se cayó aquí mismo por culpa del calor”, apunta esta empleado.
"El año pasado también hubo desmayos de trabajadores por culpa del calor", relata una vecina, usuaria del complejo deportivo , denunciando las pésimas condiciones de trabajo que toleran los empleados. "Es una vergüenza que el Ayuntamiento permita que se sigan dando lipotimias y mareos todas las temporadas y aquí no se haga nada".

















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