
Tres expandilleros han acudido al IES Villa de Valdemoro para contar sus escalofriantes experiencias dentro de algunas de las bandas juveniles más peligrosas de nuestro país y alertar de lo que supone estar metido en ese mundo.
Los alumnos del instituto público Villa de Valdemoro escucharon el pasado lunes 16 de mayo los escalofriantes testimonios de Kevin, Jessica y Andrés, tres expandilleros que lograron salir de algunas de las bandas juveniles más peligrosas de España: los Trinitarios, los Latin King y los Usera City.
Los estudiantes pudieron escuchar de boca de estos tres excriminales las pruebas por las que tuvieron que pasar para entrar en la banda –“Mi primer desafío fue apuñalar a ñeta cuando tenía 14 años. ¿Por qué apuñalé a un muchacho que no conocía?”, reveló Kevin; “Pegaba a señores para robarles, daba palizas a otros jóvenes o buscaba chicas para que otros miembros de la banda las drogaran y violaran”, confesó Jessica– y cómo su incursión terminó destrozándoles la vida. Los tres tuvieron que acudir a las drogas para poder huir de la realidad en la que se metieron buscando poder y gloria, y de la que terminaron saliendo bajo acoso, amenazas e incluso agresiones por sus excompañeros. Jessica, maltratada por su novio, miembro de la banda de los Trinitarios, ha intentado suicidarse cinco veces y todavía llora cuando recuerda el aborto que tuvo que practicarse sola en su casa con las pastillas que le paso un camello y cómo tiró el feto a un contenedor de basura. El cuerpo de Andrés está cosido de cicatrices por las continuas peleas con cuchillos o botellas a las que acudía.
“Cuando entras en una banda, tu tiempo ya no es tuyo. Te obligan a que reportes: si te convocan y no vas, tienes problemas. Pierdes tu libertad. No eres poderoso, sino un esclavo. Tu poder de decisión queda anulado. Llega un momento en que la banda se vuelve en tu contra y eres un traidor”, explicó a los alumnos de Valdemoro el pastor del Centro de Ayuda Cristiano y coordinador de Fuerza Joven, Alberto Díaz.
Estas charlas pretenden alertar a los jóvenes que se sienten atraídos por este mundo. “Mejor que salir de una banda es no entrar”, explicó a los jóvenes valdemoreños el pastor.
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