El senador impresentable y el Senado parásito

Según las diligencias policiales, el senador Curbelo, que también es presidente del Cabildo de La Gomera, fue expulsado del club de alterne Gola de la madrileña calle General Perón. Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado jueves y acompañaban a Curbelo su hijo Adays y un amigo. Entonces el senador llamó a la Policía, que se personó en el local, pero como los agentes no cumplen con las expectativas del político, se calienta la conversación y Adays da un puñetazo en el pecho a uno de los policías. El hijo del senador es detenido y en ese momento su padre se mete por medio y amenaza e insulta a los agentes: “Sois unos terroristas, borrachos, hijos de puta, sinvergüenzas. Soy senador y voy a ir uno por uno a por vosotros, voy a acabar con vuestras carreras, que estáis pagados por los putos fachas del Partido Popular. Sois unos putos vendidos. Me voy a dedicar el resto de mi vida a arruinaros la vida, os deseo a todos los policías que estáis que os muráis todos de cáncer".

Curbelo ha negado todo esto y dice que el agredido fue él, pero las diligencias policiales adjuntan el parte médico de un policía que sufrió lesiones en la mano izquierda, antebrazos y cuello. También las declaraciones del camarero del Pub Gola contradicen la versión aportada por el senador canario y le dejan en muy mal lugar. Según el camarero, los tres implicados llegaron al local hacia las tres de la madrugada y se metieron en un reservado con varias chicas de compañía. Su actitud era "agresiva, grosera y chulesca". En un momento dado arman una bronca y el camarero escucha decir: "Yo me meo en las putas, yo no pago a las putas".

Curbelo es miembro destacado del PSOE canario e increíblemente aún no ha dimitido, si bien la responsable del Comité Electoral del PSOE, Elena Valenciano, pidió su cabeza en Twitter: "Curbelo debería dimitir por un comportamiento tan lamentable... que nos avergüenza".

Por otro lado, ¿para qué sirve el Senado? Después de 33 años se le sigue buscando utilidad, cuando lo razonable sería cerrar esta institución parásita que le cuesta a los españoles 56 millones de euros al año. Y, si esto es así, que lo es, ¿por qué continúa esta garrapata? Pues porque es un lugar de retiro de oro para determinados políticos chamuscados o fracasados electoralmente pero que tienen influencia en los aparatos. Así, tras el enorme batacazo electoral del PSOE el 22 de mayo, han ido a parar al Senado personajes como el ex presidente balear Francesc Antich, el candidato en Castilla y León, Óscar López, el secretario general del PSM, Tomás Gómez, o el secretario de organización del partido, Marcelino Iglesias.  Y en las demás bancadas políticas las cosas no están mucho mejor.

¿A cuántos impresentables Curbelos da cobijo de oro esta institución parásita e inútil a la que denominan Senado?