Lazos conmemorativos en Pinto

No pongáis lazos, de verdad. Da igual el color, tanto el político como el de la causa que se conmemore. No ensuciéis la noble causa de millones de personas o colectivos que luchan por sus derechos y, en definitiva, por tener una vida mejor. Os habéis convertido en su problema, en su tijera, en su verdugo. Sólo un ejercicio extremo de hipocresía e irresponsabilidad conseguiría que conmemorar el día contra la violencia de género o de los derechos de la infancia -ambos en noviembre- pareciese una cínica provocación. 

¿Cómo pisotear la inmensa y noble labor que se desarrolla en la Casa de la Mujer? ¿Cómo echar en saco roto cualquier mensaje de aliento a las víctimas de violencia machista? ¿Cómo ignorar los peligros y amenazas que existen en torno a nuestras niñas y niños, especialmente en centros educativos? Muy sencillo, por absurdo, irracional y dantesco que parezca: desmantelando, como ya se ha hecho, el servicio que la policía local prestaba a mujeres y niños.

Conviene no frivolizar en absoluto. Una mujer que reciba malos tratos de su pareja necesita ayuda real. Que el día conmemorativo se realicen jornadas, se convoquen concentraciones y se cuelguen lazos de colores está muy bien. Mi apoyo rotundo a quienes lo organizan. Pero que el mismo gobierno que "se disfraza" retire a los agentes de la unidad que vela por la protección de las mujeres es un golpe inmoral a la lucha contra esa lacra impresentable de la violencia de género y que, por desgracia, sigue provocando víctimas -decenas de ellas mortales- todos los años. Para acabar con los minutos de silencio y no tener que colgar lazos se necesitan medios y personas que prevengan, auxilien y protejan a las víctimas. No se me ocurre nada más prioritario.

¿Qué decir de los agentes tutores que velaban por la seguridad, convivencia y asistencia a clase de nuestras niñas y niños? Resulta impactante que esta unidad, con sus respectivos policías, que era inmensamente valorada por los centros educativos de Pinto, así como por las familias que han tratado con ellos, haya sido también desmantelada. Por favor, no se os ocurra lamentar después los datos de absentismo o acoso escolar, los peligros crecientes en redes sociales para nuestros jóvenes o los episodios violentos que puedan producirse. No queremos lamentos. Queremos que nuestra policía local vuelva a trabajar con ellos.

Existe una gran distancia entre las palabras y los hechos. No es lo mismo ir de progre que impulsar medidas realmente progresistas y beneficiosas para todos. Haced algo. Y si no lo hacéis, por favor, dejad de hacer daño. Entre tanto, por hipocresía, sería más coherente y menos ofensivo no poner lazos conmemorativos en Pinto.