Una lectora reflexiona sobre la decisión del Gobierno de Valdemoro de retirar una escultura por haber sido bautizada con el nombre del demonio ‘Asmodeo’.
Al leer el periódico de Valdemoro "ZIGZAG", me he encontrado con una barbarie medieval en pleno siglo XXI y se trata de esconder en el sótano de la biblioteca Ana María Matute una obra de arte que sea más o menos del gusto de los demás, es al final, arte.
Como ciudadana de Valdemoro me parece que esconder la escultura, como si de una vergüenza o deshonra se tratara, es una enrome falta de respeto primero para el autor y segundo para los ciudadanos que estamos a favor de la libertad de expresión y en contra de las censuras religiosas que hace mucho tiempo debieron quedarse en el ámbito que les corresponde, que es dentro de los espacios donde llevan a cabo sus cultos correspondientes, es decir, sus iglesias.
No entiendo cómo puede haber tanta desfachatez por parte de los sacerdotes de Valdemoro o del Obispado de Getafe (los que sean) haciendo comentarios como los dos que se citan en el artículo del periódico y que encima consigan lo que quieren que es la opresión y la tiranía con los cuales sólo demuestran que es abrir la boca y los demás bailar la canción que les apetezca a ellos.
La gota que rebosa el vaso es que siendo una donación por parte del artista para que los que quieran puedan disfrutar de ella, al llamar yo a la niblioteca para confirmar que la escultura sigue ahí, me sugieren que envíe un mail para pedir PERMISO a ver si se puede ver o no.... O sea, me están diciendo que tengo que pedir permiso para disfrutar del arte y por supuesto, para que no me contagie de "su mensaje dañino" y porque claro, es una desfachatez que yo, como ciudadana libre y graduada en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid tenga que "ver imágenes satánicas por cualquier parte".
Este hecho en sí es una vergüenza: debe ser que aquellos a los que les molesta las "influencias perjudiciales" de Asmodeo no se han dado cuenta de que vivimos en un mundo virtual lleno de malas influencias diarias y constantes como las redes sociales de las que abusan muchos jóvenes: imágenes, mensajes directos (y subliminales) que espantan a cualquiera que los vea con mirada crítica y en eso sí que no meten la mano suficiente... Pero no vayan a poner una escultura que no les parezca en un sitio de cultura y aprendizaje que debería estar exenta de cualquier tipo de influencia más allá que la que le compete que es el conocimiento, como es una biblioteca, porque ponen "el grito en el cielo".
Respecto al Ayuntamiento de Valdemoro, dado que la influencia de la Iglesia es tan fuerte en sus decisiones, les recomiendo que vayan preparando la plaza del pueblo para añadir eventos medievales como la quema de brujas o la guillotina (que es equiparable a esconder a los ojos de todos la perversión diabólica de una escultura) para castigar a vista de todos los ciudadanos a los que piensan como yo y que son carne expiatoria.
Deberían sugerir, por esa misma línea, los sacerdotes de Valdemoro, que retiren inmediatamente y escondan en un trastero de los que se alquilan en una nave industrial el monumento del Ángel Caído del parque del Retiro, ya que se le ha atribuido en numerosas ocasiones una interpretación como tributo satánico, ¿no es así?
En espera de sus noticias y de que me resuelvan el asunto de tener que solicitar autorización para disfrutar de una donación.
Angie Ardila
Estewban | Miércoles, 17 de Noviembre de 2021 a las 16:20:39 horas
Todo es discutible y el arte el que más, desde luego si la estatua ha sido retirada por presiones de religión, me parece bastante mal, sin embargo tengo que reconocer que la estatua es fea que te pasaa, por lo que creo que no por el nombre, pero si por la salud de nuestros niños y jóvenes que frecuentan nuestra biblioteca, debe de estar si es que gusta tanto en otra situación, para mi se podría poner del astronauta que es igual de fea. Y por cierto Angie te pasas en tu comentarios, y probablemente no hayas visto la estatua en vivo y en directo.
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