
Daniel Parra levantará este 28 de noviembre su segunda copa del Rally de Radiocontrol de la Comunidad de Madrid.
Daniel Parra ha ganado, por segunda edición consecutiva, el Rally de Radiocontrol de la Comunidad de Madrid. A falta de una prueba por disputarse, sus 5.504 puntos le han dado ya la victoria matemática con su Tamiya XV-01. “Cada año el nivel sube más y eso hace que esté aún más contento que en mi primera victoria”, comenta el vecino de Pinto, quien trabaja en una empresa de servicios y, además de a los coches, también es aficionado a la fotografía.
Daniel lleva viviendo en Pinto 22 años y, hasta hace unos meses, entrenaba en un polígono industrial cercano a la estación de cercanías de la localidad, donde tenía dibujado su propio circuito. Ahora la zona está en obras y eso le ha obligado a desplazarse a Getafe o Fuenlabrada para echar su coche a rodar. “Me gustaría que el Ayuntamiento me proporcionase algún sitio para entrenar en Pinto, para que así también crezca la afición por este deporte en el municipio”, explica.
La competición regional de aficionados al rally de radiocontrol, en la participa, es anual y cuenta con nueve pruebas puntuables con varios tramos cronometrados en tierra o asfalto. Estas se celebran el último fin de semana de cada mes, con un parón veraniego en julio y agosto. El 28 de noviembre se pondrá fin a la competición y Daniel recogerá su segunda copa para colocarla en el estante junto a la de 2019.
Conseguir un coche competitivo con 350 euros
Cada participante ha de preparar su propio coche eléctrico para la competición, cumpliendo con el reglamento del campeonato. Existen dos categorías: la WRC, para coches como el de Daniel de escala 1:10 con 2 o 4 ruedas motrices, y la WRC2, con coches exclusivamente con Chasis M de Tamiya (M01 a M08) y con 2 ruedas motrices. En cada una de ellas, hay unas reglas para el chasis, las ruedas, el diámetro y ancho del coche, que se han de cumplir a la hora de prepararlo para las pruebas.
Daniel lleva dedicándose al rally tres años, aunque su afición por el radiocontrol viene desde antes. “Me interesé por esta modalidad porque los coches son muy bonitos y realistas. Me gusta mucho la preparación para lograr que sean competitivos y el buen ambiente que se respira entre quienes vamos a las pruebas”, señala el vecino de Pinto, que lleva invertidos en su coche unos 350 euros.
Su objetivo, de cara al año que viene, es seguir preparándose y mejorando su Tamiya para conseguir una tercera copa regional. Esto es algo que ve difícil por el aumento del nivel en la competición, pero no imposible.
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