Así han notado la subida del precio de la luz los vecinos de Valdemoro y Pinto

Desde el pasado 1 de junio, la rutina diaria de la mayoría de los vecinos de Pinto y Valdemoro se rige por los nuevos 3 períodos de energía: punta, llano y valle. Han intentado programar los electrodomésticos en las horas que “no son tan caras” y evitar cualquier posible descuido que lleve a dejar las luces encendidas más de la cuenta. Pero hay ciertos actos a las que no han podido renunciar en estos meses de verano, en los el uso de dispositivos como el aire acondicionado es imprescindible. “Lo tienes que poner por narices. No te vas a morir”, comentó una vecina a ZIGZAG. 

También están aquellos que se niegan a alterar su ritmo de vida tras la subida de la tarifa de la luz. “¿Cómo voy a poner una lavadora a las seis de la mañana porque sea más barata? Yo creo que no están contando las cosas como son y, por el momento, no tomo medidas”, explicó otra vecina notablemente descontenta con la medida tomada por el Gobierno. 

En lo que han coincidido los vecinos de ambos municipios es en señalar que esta subida de la tarifa de la luz —que provocará que hoy se alcancé su precio más alto de la historia, con 152,32 euros por megavatio hora (MWh)— es “desastrosa”, “una barbaridad y una vergüenza”, o “impresionante”, en el mal sentido de la palabra. Consideran que hay mucha gente que no va a poder hacer frente a los nuevos precios y que la medida “no ayuda a nadie”. 

En verano, todo desconectado

“En las vacaciones yo suelo dejar la tele en stand by o cosas conectadas y este año no. He desenchufado cosas y he tirado de automático. Ni wifi ni nada”, explicó un vecino de Valdemoro que veranea fuera de Madrid. Esta medida ha sido también la que ha tenido que tomar un vecino de Pinto con los electrodomésticos de su segunda residencia en Burgos. “Al no ir, lo he desconectado todo, hasta la nevera”, comentó. 

La ausencia en sus domicilios habituales a causa del verano es lo que ha hecho también que muchos no hayan notado aún las consecuencias del cambio de la tarifa. “Ha coincidido que hemos estado menos en casa. Cuando empiece a llegar el frío y los días sean más cortos se va a notar mucho más”, señaló otro vecino. 

El gordo: contar con una tarifa fija

“Yo sigo con mis mismos horarios y rutina. Tengo la suerte de que me respetan mi tarifa antigua”. Este es el caso de varios vecinos de ambos municipios, que se alegran de que su consumo de la luz no se haya visto sujeto a los nuevos precios, al no encontrarse entre los 11 millones de españoles acogidos al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC).

De todas maneras, no las tienen todas consigo, porque temen que esta estabilidad en sus facturas no dure mucho tiempo. “Yo ya no me fío de nada”, sentenció una vecina.