Un conflicto que el PP no ha sabido negociar

Tras el anuncio de los paros de las trabajadoras de la Escuela Infantil Municipal Triángulo, que comienzan hoy, 31 de enero, y la aprobación por unanimidad de una moción de apoyo a sus reivindicaciones por parte del Pleno del Ayuntamiento de Pinto el pasado 26 de enero, todo parecía indicar que el Gobierno municipal (PP) se sentaría a negociar con las trabajadoras para llegar a un acuerdo y evitar los paros y con ellos problemas añadidos a padres y madres de los niños de la Escuela. ¡Pero el Gobierno, salvo reconocer que las trabajadoras tienen razón y mostrarles su apoyo “moral”, no ha tenido la iniciativa de sentarse a dialogar con ellas para llegar a un acuerdo!

Esta falta de actitud del Gobierno del Partido Popular de Pinto es muy grave. Escudarse en que es un problema heredado de los anteriores gobernantes, no soluciona el problema real de las trabajadoras ni el de los padres y madres de los niños de la Escuela.

Llama todavía más la atención que el concejal de Educación, Fernando González, que habitualmente asiste a los consejos escolares de los distintos centros educativos pinteños y manifiesta estar “en permanente contacto” con los actores educativos, no se haya sentado a negociar para buscar soluciones, tras conocer el anuncio de los paros. González declaró a ZIGZAG que “la caja del Ayuntamiento de Pinto a 9 de enero era de menos 300 euros”, que “no hay liquidez” y que es un problema que “compete a  la concejalía de Hacienda”. Pero este problema compete a todo el Gobierno y lo pone en evidencia.

Es la primera huelga que tiene el Partido Popular en esta legislatura en Pinto. Una huelga que el mismo PP considera justa y que además podía haber sido desconvocada con diálogo y ofreciendo soluciones reales, que las hay. Porque al igual que las trabajadoras de la Escuela Infantil Municipal Virgen de la Asunción cobran sus nóminas todos los meses, no es de recibo que las 18 trabajadoras de la Escuela Infantil Municipal Triángulo lleven tres meses sin cobrar.

La alcaldesa de Pinto, Miriam Rabaneda, debe tomar el toro por los cuernos y ser ella misma quien se siente con las trabajadoras para llegar a un acuerdo efectivo que satisfaga a todas las partes y ponga fin a un conflicto que nunca debió haber llegado a esta situación.