El acto, organizado por Vox, tendrá lugar en la iglesia de Santo Domingo de Silos.
Este viernes, 17 de julio, a las 20.00 horas, la parroquia de Santo Domingo de Silos de Pinto acogerá un particular funeral impulsado por Vox bajo el lema “Verdad, memoria, dignidad y justicia”. En la misa se homenajeará a tres figuras completamente diferentes: las víctimas del COVID-19, Miguel Ángel Blanco y José Calvo Sotelo.
Ninguna de ellas guarda relación entre sí, salvo porque los dos últimos fueron asesinados. El concejal vasco del PP Miguel Ángel Blanco murió en 1997 a manos de la banda terrorista ETA tras permanecer tres días secuestrado. Por su parte, Calvo Sotelo, ministro durante la dictadura de Primo de Rivera y diputado por Renovación Española en la Segunda República, también fue asesinado en 1936 por radicales de izquierda.
El portavoz de Vox en Pinto, Miguel Maldonado, ha explicado que han querido homenajear a ambos a la vez porque los dos murieron un 13 de julio. En cuanto a las víctimas del coronavirus, Maldonado ha contado que no había fechas próximas disponibles “y no queríamos demorarlo más, ni recordar a unos sí y a otros no”. ZIGZAG ha intentado sin suerte conocer la versión del párroco de Santo Domingo de Silos, Carlos Díaz Azarola, que ha autorizado el funeral.
El acto ha sido criticado en redes sociales por considerarlo una politización de las víctimas. También lo ha criticado el portavoz de Unidas Pinto, Rafael Sánchez, para el que la misa supone un “auténtico despropósito”, especialmente por contar con el respaldo de la parroquia. Para el edil, además, se está comparando “a un demócrata con un fascista instigador de un golpe de estado”.


















Carlos Díaz Azarola, párroco de la Parroquia de St | Jueves, 16 de Julio de 2020 a las 12:21:35 horas
Siento mucho no haber estado disponible en el momento en que recibí la llamada de Zig Zag para conocer mi versión de este asunto. El motivo es que mi madre falleció el lunes y no he podido atender las muchas llamadas que he recibido, sobre todo si procedían de números desconocidos.
Mi versión es muy sencilla: en la Iglesia cabe todo el mundo y cualquier persona, sea de la postura política que sea y del equipo de fútbol que sea, puede encargar una misa por el eterno descanso de quien quiera.
En este caso, se trata de un funeral, o sea, un acto estrictamente religioso, que confirmo haber autorizado y que presidiré yo mismo.
Si mañana alguien nos pide un funeral por el eterno descanso de los terroristas de ETA que han fallecido, lo celebraremos. Si alguien nos pide que recemos por Adolf Hitler, lo haremos. Si viene un grupo de izquierda radical a pedir que recemos por Lenin, lo haremos. Somos la Iglesia y rezamos por todo el mundo.
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