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Gloria Galán

Aprendiendo lo que, de verdad, es esencial

Martes, 02 de Junio de 2020 Tiempo de lectura:

¿Qué estamos aprendiendo de todo lo que está pasando? ¿De esta pandemia tan dura y dolorosa que estamos viviendo?

Hay una pregunta que, estoy segura, tenemos todos en la cabeza: ¿Qué estamos aprendiendo de todo lo que está pasando? ¿De esta pandemia tan dura y dolorosa que estamos viviendo? Porque después de los primeros propósitos, a los quince días de estar confinados, ahora, me está dando la sensación de que se nos están olvidando ¿me equivoco? Y la vida nos está dando una lección ¡¡a lo bestia!!

 

Cuando en la primera semana de marzo anunciaron el cierre de los Centro de Mayores, y luego el lunes 9 de marzo, el gobierno anunció el cierre de los colegios para el miércoles 11, ahí se produjo una fuerte ruptura con nuestra realidad, se nos mostraba un camino, inimaginable ni en las mejores películas de ciencia ficción. Ya estábamos con la mosca detrás de la oreja. El lunes 24 de febrero, en Usera, en mi barrio de toda la vida, en donde siguen viviendo parte de mi familia y amigos, en Usera, la Chinatown de Madrid, incluso de España, ese día, todos los comercios regentados por chinos, echaron el cierre. TODOS. Pusieron carteles diciendo que iban a estar quince días de vacaciones. ¿Qué ocurre? Nos llegaban noticias de China y de un virus que estaba matando a gente… Ese lunes 23 de febrero ¡¡Desaparecieron todos los chinos de Usera!! Antes de recogerse en sus casas, o de volver a su país, se les oía decir: “Muchos mueltos, muchos mueltos en China”. Literalmente, desaparecieron. Ni siquiera dejaron abiertas las tiendas de alimentación. Nada. Ni se lo pensaron dos veces.

 

El miedo, la incertidumbre, la angustia comenzaban a apoderarse de nosotros. Y llegó la declaración del Estado de Alarma. No voy a entrar en temas políticos. Lo único que pido en estos momentos es UNIDAD, ¡¡¡todos a una!!! ¡¡Arraun!! Como dirían en mi tierra. A remar todos en la misma dirección. Ya habrá tiempo después para reflexionar sobre las actuaciones de unos y de otros porque...¡¡no se libra ninguno!!

 

Me da muchísima pena observar cómo la gente se pelea entre ellos, por temas políticos, mientras el “coronavirus” sigue latente en la calle, “observándonos”, con una sonrisa grotesca, y eligiendo a su próxima víctima… Deberíamos terminar con él todos juntos, todos unidos.

 

Mi buena amiga Mayka es enfermera en el Hospital Severo Ocho de Leganés. Imaginaos. Tiene familia e hijos. Desde el minuto uno ha estado y está en contacto directo con los enfermos de la COVID19. No voy a relatar más allá de lo que se ha visto y oído por la televisión, radio y redes sociales. Los que lo han vivido en primera persona hablan de una dureza extrema. Dureza que, en el caso de una doctora de Nueva York, la llevó al suicidio. Dureza con crisis grandes de ansiedad como trastorno menos graves que están sufriendo nuestro personal sanitario. Las primeras semanas fueron caóticas: sin material sanitario, reutilizando mascarillas después de todo un turno sin parar, cambiándose los trajes EPIS de unos compañeros a otros según iban terminando sus horas de trabajo, saturación en las urgencias, en las UCIS, los cadáveres apilados… ¡¡Un horror lo que han visto y vivido!! Y luego la palmadita por el trabajo bien hecho se la llevan otros.

 

¿Sabéis lo que cobra una doctora, un enfermero, una auxiliar, un farmaceútico? ¡¡Una vergüenza!! ¡¡Una vergüenza es lo que cobran!! Y demostrado ha quedado que son los que han dado y están dando su vida para salvar la nuestra. Ahora más que nunca ¡¡¡DEFENDAMOS LA SANIDAD PÚBLICA Y NO MÁS RECORTES, POR DIOS!!!! Tenemos a los mejores y, como suele ocurrir en este país, no se les reconoce y la mayoría tienen que salir de España. La INVESTIGACIÓN es esencial, por favor. No la dejemos que muera o traspase fronteras por falta de apoyos, subvenciones y dinero.

 

Hay otra frase que, también, se ha estado repitiendo mucho: “Cuando pase esto, yo…” “Cuando pase esto, tenemos que…” “Cuando pase esto vamos a…”. Y yo solo pido que “Cuando pase esto, no nos olvidemos de qué y quiénes han sido y son los ESENCIALES de un país… y los que no lo son tanto”.

 

Y me vienen a la mente los políticos. En España ha habido no sé cuántos ERTES en esta pandemia, no sé cuántos despidos, no sé cuántos recortes en el sueldo de muchos colectivos, gente sin llevarse apenas nada a la boca para comer; los bancos de alimentos agotados, una ruina económica como nunca antes se había visto. Y yo me pregunto: A los 23 miembros del gobierno, a los 350 diputados, a los 265 senadores ¿Se les ha hecho algún ERTE? ¿Han despedido a alguno? ¿Realmente han sido todos esenciales? Pues me da que no. Y no solo no ha habido ERTES en su colectivo, sino que también han seguido cobrando las dietas mientras “teletrabajan” desde sus casas. ¿Soy yo la única que pienso que se les tenía que caer la cara de vergüenza? Creo que Odón Elorza, y alguno más, sí que renunció a las dietas. ¿Y si empezamos, de una vez por todas, a pensar en modificar esos sueldos? ¿A pensar qué colectivo se merece más y quién menos? Creo que somos el país con más políticos del mundo. Sin ir más lejos Italia ha eliminado, por lo menos durante la pandemia, a 230 diputados y 115 senadores. ¿Y aquí? ¿Por qué no podemos hacer lo mismo? Fijaos qué cantidad de dinero se recaudaría para poder invertir en sanidad, educación, investigación… y más esenciales. ¿Solidaridad por su parte? Naaaaaaaa y ¡ojo! que no quiero generalizar. Me consta que muchos políticos han estado al pie del cañón con sus gentes, con sus pueblos… pero no dejo de pensar en los que no lo hacen y, encima, cobren diez veces más que una doctora. ¿A quienes preferiríais que fueran la mayor parte de vuestros impuestos?

 

Otro colectivo que me viene a la mente es el de los futbolistas y, claro, me enerva también… Sueldo de los futbolistas versus sueldo del personal sanitario… para llorar. ¡¡¡Es que el fútbol genera mucho dinero!!!, comentan siempre. Oye, ni se les ha oído durante la pandemia. Solo alguno ha salido en los medios, otros han hecho vídeos alabando la labor de los sanitarios (es lo mínimo que pueden hacer)… pero poco más. Si yo fuera futbolista en estos momentos, no sé si podría soportar la vergüenza de saber todo lo que cobro, mientras nuestro personal sanitario se ha jugado y se juega la vida por mí, por un sueldo casi indigno y ridículo para todo el gran trabajo que realizan. ¡¡Es que no hay derecho!! ¿Cuándo vamos a despertar, por favor? ¿Qué más tiene que ocurrir para que esto cambie? ¿No hemos aprendido la lección? ¡¡Qué desequilibrio tan grande en los sueldos en relación a los trabajos!! ¿Y el tema de los test? ¿Que no se les hagan test a los sanitarios y sí a los futbolistas? ¿Estamos locos? ¿No está sirviendo de nada comprobar qué TRABAJOS son los ESENCIALES? Me da igual que el fútbol lo financien empresas privadas… es indigno y humillante ante según qué profesiones. Y ahora que ha pasado un poco la “apisonadora coronavirus”, ellos son los primeros y únicos deportistas que vuelven al trabajo ¿Por qué? ¿Por qué no vuelve también la liga femenina, por ejemplo? ¿Por qué no vuelven los demás deportes? ¡¡¡Ah, claro, que los demás no generan tanto dinero!!!...¡¡Todo esto me produce nauseas!! El fútbol generará dinero, pero los sanitarios generan VIDA, ESPERANZA, los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado generan SEGURIDAD, nuestras cajeras y cajeros de tiendas pequeñas, supermercados y grandes superficies, reponedores, personal de limpieza, repartidores, carteros, transportistas… nos han generado el ABASTECIMIENTO, LIMPIEZA, ORDEN y esa necesidad de PEQUEÑA NORMALIDAD para seguir creyendo en una vida futura. ¡¡¡SIGAMOS ABOGANDO POR EL COMERCIO DEL BARRIO, POR NUESTROS SUPERMERCADOS, Y NO LES DEJEMOS AHORA!!!

 

Mientras todos estábamos metidos en casa, ellos día a día, han estado trabajando por y para nosotros, al igual que muchas empresas ESENCIALES. Ni dichas empresas, ni las tiendas pequeñas de productos esenciales de los barrios, ni los supermercados han echado el cierre en ningún momento. Ellos también tienen familia, hijos; tienen miedos, ansiedades, preocupaciones, ilusiones rotas pero ahí han estado y están todos. Incluso han tenido que aguantar la insolidaridad de muchos de sus propios vecinos que, tanto a los sanitarios como a los cajeros, les instaban a irse de sus casas y les tachaban de “apestados”. ¡¡Qué crueles son algunas personas!! Menos mal que no fueron muchas porque, si hay algo que admirar en estos meses, ha sido la solidaridad y ayuda de la gran mayoría de ciudadanos… a pesar, por otro lado, de la gran cantidad de detenciones y multas que ha habido por saltarse las normas.

 

Y después de vivir lo vivido, en el supuesto de una nueva pandemia ¿A quién preferirías tener cerca? ¿A un futbolista o a un sanitario?

 

Podría seguir escribiendo hojas y hojas sobre todos y cada uno de los trabajos esenciales, incluyendo, claro está, el mío: LA DOCENCIA.

 

Por fin, por fin mucha gente ha empezado a valorarnos un poco más. A todos nos ha pillado de nuevas esta forma de “teledocencia”, como la he bautizado. Está siendo una locura, una locura… pero la estamos haciendo con todo el cariño del mundo hacia nuestros alumnos. ¡¡Jamás unas máquinas sustituirán el verdadero trabajo de los maestros!! Y así lo han comprobado muchos padres. Nuestra labor va más allá de un libro de texto, de un cuadernillo de matemáticas, de una pizarra digital, de preparar y corregir exámenes, de enseñarles a leer y a escribir. Es la cercanía y cariño para cada uno de ellos, es empatizar con sus problemas, ayudarles en su evolución, ser la mano a la que pueden agarrar en algún momento… ¡¡Es vocación!! Y lo estamos demostrando con creces… Y a ver si se enteran de una vez quien tenga que enterarse: Los colegios no son aparcaniños y voy a utilizar una frase, que no es mía, pero me gustó mucho al leerla: “Conciliar debería ser que las familias puedan pasar más tiempo con sus hijos, no que sus hijos pasen más tiempo con sus profesores”.

 

Y fijaos lo curioso que es comprobar lo que la gente ha/hemos utilizado, usado, necesitado, echado mano de… durante el confinamiento:

  • Hemos hecho dibujos con arco iris, con diversos colores y lemas preciosos; dibujos que se han ido entregando a los sanitarios dándoles mucho ánimo, fuerza y diciéndoles que estamos con ellos. Carteles colgados en las ventanas de las casas, con diversos materiales, con distintos hashtag como #yomequedoencasa… ASIGNATURA DE PLÁSTICA
  • Hemos hecho conciertos en los balcones, en la redes sociales, festivales #yomequedoencasa, hemos compartido retos musicales, hemos cantado y tocado la guitarra, pianos, violines, hemos compuesto canciones, nos hemos puesto música clásica para calmar la ansiedad, música relajante para hacer yoga, música para bailar; se han buscado tutoriales para aprender a tocar un instrumento… ASIGNATURA DE MÚSICA
  • Hemos practicado todos los deportes posibles que se pueden hacer en una casa de escasos metros cuadrados. El deporte es bueno para el cuerpo y la mente, no decían. Así que, hemos bailado, hemos hecho retos físicos con el papel higiénico, incluso hemos hecho pesas con los cartones de leche, sentadillas con la escoba, estiramientos on line, gimnasia de mantenimiento con los medios de que disponíamos…  ASIGNATURA DE EDUCACIÓN FÍSICA

¡¡¡¡IMPRESIONANTE!!!! ¿VERDAD? Las mal llamadas “ASIGNATURAS MARÍAS”, las que reciben todos los varapalos de todas las leyes de educación, a las que apenas les dan importancia, las que se ven ley tras ley reducidas en sus horas… son las que más nos han ayudado a TODOS a mantener la menta más creativa, más activa y, en consecuencia, más positiva… Y todo esto sin contar la cantidad de LIBROS que estamos leyendo y que están siendo un bálsamo para los días más duros del confinamiento. ¡¡LIBROS, SÍ, SÍ, LIBROS!!

 

¡¡SIGAMOS LUCHANDO POR LA CULTURA EN NUESTRO PAÍS Y POR UNA LEY DE EDUCACIÓN QUE DIGNIFIQUE DICHA CULTURA!!

 

Quisiera ir terminando. Y a quien corresponda cambiar todo esto… que lo haga. Porque después de estar sufriendo uno de los mayores horrores de nuestras vidas, espero que hayamos aprendido cuáles son los TRABAJOS ESENCIALES, sí, sí, los verdaderamente esenciales. Y, en consecuencia, que no se les vuelva a humillar, a denigrar, dejando al descubierto la gran brecha salarial que existe en nuestro país, en donde, los “no esenciales”, cobran infinitamente más que los “esenciales”. ¡¡¡Es indignante, una vergüenza y ya es hora de darle la vuelta a la tortilla!!!

 

¡¡¡TODOS JUNTOS LO CONSEGUIREMOS!!!

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