Sus propietarios aseguran haber cesado su actividad desde el 13 de marzo.
El pasado miércoles, 15 de abril, la Policía Local de Pinto clausuró de forma cautelar la escuela canina de Pinto por “realizar una actividad que no está contemplada en el estado de alarma” por la crisis del coronavirus, denunciando además a su propietaria. Los agentes, que según ha podido saber Zigzag ya habían realizado varias advertencias a la dirección, se personaron en esta ocasión por orden de la UME, con quien trabajan de forma coordinada estos días.
La directora de la escuela, Ana Barbé, ha negado a través de las redes sociales haber estado realizando ninguna actividad irregular. “Me encontraba yo sola ejerciendo labores de mantenimiento a puerta cerrada en un espacio abierto y sin nadie en kilómetros alrededor”, afirma. Desde el centro aseguran que cesaron de forma completa su actividad el pasado 13 de marzo, y apuntan a que en el momento en el que recibieron la notificación ni siquiera se encontraban en el complejo.
“No entiendo esta publicación de la policía, primero por privacidad y segundo porque ya he solicitado permiso para poder realizar dichas labores de mantenimiento y no tener mayor quebranto económico”, ha criticado en Facebook. Desde el pasado lunes se han retomado las actividades no esenciales que habían sido detenidas por la crisis del COVID-19, aunque la actividad comercial de cara al público sigue de momento paralizada.
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