La Consejería de Sanidad impide ahora a los sanitarios hacer uso de este material.
La comunidad "maker" ha pasado un fin de semana preguntándose qué es lo que ha cambiado en apenas tres días. Los creadores de los EPI con impresoras 3D recibieron el pasado martes el visto bueno de la Consejería de Salud para repartir sus viseras entre los profesionales sanitarios, sin embargo, el viernes amanecieron con la noticia de que se anulaba esa aprobación.
En una escueta nota de prensa de apenas tres líneas, el Servicio Madrileño de Salud informaba, tanto a creadores como a posibles usuarios de estos EPI de que "quedaba sin efecto la aprobación y validación de uso para personal sanitario en situación de urgencia y ante la falta de stock de material comercial adoptada por esta Dirección General con fecha 24 de marzo de 2020".
En Pinto, más de 30 voluntarios y diferentes empresas locales habían colaborado en la creación de estas viseras de protección y habían comenzado ya a distribuirlas gracias a la coordinación entre PIMER-Protección Civil, el Ayuntamiento de Pinto y Coronavirus Makers, tanto para el traslado de materiales como para la gestión del espacio en el que se efectuaba el montaje (la Sala Sika municipal).
Reparto en Pinto | Además de a PIMER, las pantallas protectoras habían llegado ya a los centros de salud Dolores Soria y Parque Europa, a algunas farmacias locales como la de la Calle Nicaragua e incluso a las urgencias de Getafe y ahora no comprenden la negativa repentina de la Comunidad de Madrid.
La comunidad de impresión 3D de toda la región madrileña se muestra indignada con esta respuesta desde la Comunidad de Madrid, y han lanzado incluso una petición en la pataforma change.org para que reconsideren su posición y "dejen que el material de protección homologado que estamos imprimiendo llegue a los sanitarios que lo necesitan para luchar contra el coronavirus", reza la misiva.
La negativa del Ejecutivo regional es difícil de comprender cuando los sanitarios continúan reclamando material de protección y todavía no han llegado los dos aviones desde China que debían abastecer a Madrid de nuevos EPI. A nivel nacional, Conoravirusmakers han señalado que la producción había alcanzado las más de 40.000 viseras al día y que no comprenden por qué no les dejan ayudar.
https://t.co/dQSfRH0ZzM ha producido y entregado más de 350.000 viseras, ahora la producción ha llegado a 41.100 al día.
Nos han donado 8 toneladas de material, los voluntarios han cubierto, de su bolsillo, la financiación de 190.000 viseras, es decir, más del doble— David Cuartielles (@dcuartielles) March 28, 2020
Por su parte, desde la Consejería de Sanidad aseguran que la razón de que hayan dado marcha atrás en este tema se debe a que "el prototipo no había recibido el visto bueno de la Agencia Española del Medicamento y de Productos Sanitarios (AEMPS) y que cualquier producto nuevo, incluidos los de esta categoría, tienen que pasar antes por la AEMPS que es quien debe homologarlo", explica un portavoz de la Consejería de Sanidad.
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