Pulseras contra el cáncer infantil: un proyecto solidario de los mayores de Orpea

Las residencias Orpea se han unido al proyecto solidario Pulseras Candela para colaborar en la lucha contra el cáncer infantil. A través de la confección de pulseras, que después se ponen a la venta para recaudar fondos, se crea un vínculo intergeneracional y emocional entre los residentes y los menores hospitalizados. 

La Asociación Pulseras Candela nació con una niña hospitalizada por Leucemia, que comenzó a tejer estas pulseras "simplemente por pasar el tiempo y hacer las horas más amenas", explican desde la fundación. Cuando empezaron a conocer la falta de recursos para la investigación y cuidados de estos enfermos, decidieron convertirlas en un proyecto solidario con el que recaudar fondos. 

Orpea ha querido unirse a esta asociación para colaborar en la causa que además, supone grandes beneficios también para los residentes. Se trata de una unión entre ancianos y niños en un taller generacional que les sirve para sentirse útiles, válidos y valorados. "Se establecen lazos emocionales muy fuertes entre niños y mayores y además les sirve para mantener sus capacidades físicas y cognitivas activas", explican desde ORPEA. 

Cambio de roles | Los residentes han aceptado este proyecto ilusionados y sienten que están haciendo algo bueno. "Esos niños, aunque no nos conozcan, saben que hay alguien preocupándose por ellos", explica una de las residentes. Se trata, aseguran desde Orpea, de un cambio de papeles en los roles que juegan habitualmente pequeños y mayores. "En los talleres que hacemos habitualmente, son los niños los que les traen alegría e ilusión a los mayores. En esta ocasión va a ser al revés: los mayores depositan su tiempo, ganas y esfuerzo en dar esperanza a los niños".  

Ricardo Buchó, responsable de Comunicación de Orpea, apunta que desde las residencias se trabaja activamenta para mantener las capacidades de los residentes, en función de su grado de autonomía y que este tipo de proyectos ayudan enormemente al mantenimiento de las mismas. “Los mayores ayudan, según su perfil y capacidades, a confeccionar las pulseras Candela en los talleres de terapia ocupacional de las residencias: unos tejen, otros embolsan o cuentan abalorios. De esta forma, mientras ellos se sienten motivados por ayudar a los niños, mejoran la concentración, la estimulación sensorial y cognitiva, y aumentan el grado de  socialización en los tallares de terapia. Además, ayudando a tejer nudos de esperanza se sienten útiles e importantes, y mejoran su autoestima, lo que repercute en su bienestar y calidad de vida”.

Las pulseras pueden comprarse en todos los centros Orpea, también en el de Pinto, y este año se prevé generar medio millón de euros en donativos que serán destinados a la investigación del cáncer infantil.