Las antenas de telefonía móvil situadas en la calle Joan Miró vuelven a provocar polémica. Francisco Manuel, un residente afectado, denuncia que cuatro vecinos de esta calle pinteña podrían haber enfermado de cáncer -y uno de ellos fallecido- "por la exposición a los campos electromagnéticos que producen estas antenas". Francisco Manuel añade: “Lo hemos cogido todos al mismo tiempo”. Francisco padece un linfoma de Hodgkin, un cáncer que afecta al sistema inmunológico y al sistema productor de la sangre del cuerpo humano. “Este mismo año, una vecina mía ha enfermado con el mismo tipo de cáncer que yo”, explica “y dos más con otro tipo de cánceres”. Sin embargo, los médicos a los que han acudido los vecinos se muestran excépticos en cuento a la relación antenas-cáncer.
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Los médicos no han apoyado la tesis de los vecinos, quienes creen que sus síntomas se deben a su exposición continuada a las antenas. “Nos dicen que es casi más peligroso ponerse el móvil en la oreja que la antena”, comenta Francisco. Aun así, varios vecinos declaran estar “cada vez más asustados”. Dice Francisco que “juraría que mi enfermedad se debe a las antenas que tenemos colocadas a tan solo 50 metros de nuestras viviendas y no soy el único que lo piensa”.
Por otro lado, entre los vecinos ha comenzado a especularse sobre la posible instalación de una tercera antena de telefonía móvil. Pero esto iría en contra de la nueva ordenanza aprobada provisionalmente por el Pleno municipal el pasado mes de octubre.
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