La Inspectora Sanitaria del Ayuntamiento veía en la actividad problemas de salubridad
El pasado 8 de septiembre, con motivo del cierre de temporada de verano de la piscina municipal, el Ayuntamiento de Pinto permitió la entrada de perros al recinto durante el evento 'Perros al Agua'. Durante toda la jornada los canes pudieron acceder al recinto acompañados de sus dueños, que tenían que llevar consigo la documentación reglada de los animales.
Tras dos meses solicitando el informe técnico, el Partido Popular de Pinto ha dado a conocer que la inspectora sanitaria informó al Gobierno que debía suspender la actividad porque incumplía tanto la legislación autonómica como diversos artículos de la normativa local. Algo que, según los populares, "se obvió por parte del alcalde Diego Ortíz", por lo que han pedido al Ejecutivo que depure responsabilidades . Ya en septiembre Ciudadanos, a través de su portavoz Nadia Belaradj, preguntó al Gobierno si "va a seguir este gobierno incumpliendo la ordenanza".
En el citado informe, al que ha tenido acceso Zigzag, la técnico municipal citaba el artículo 34 del Decreto 80/1998, por el que se regulan las condiciones higiénico-sanitarias de las piscinas de uso colectivo en la Comunidad de Madrid, que prohíbe la presencia de animales en el recinto de las piscinas y también el artículo 12.c de la ordenanza municipal reguladora de la protección y tenencia animal, que especifíca la prohibición de entrada y permanencia de animales domésticos en las piscinas de uso público.
Un escrito que desde inspección sanitaria se hizo llegar a la alcaldía tres días antes de la celebración de la actividad con el fin de que se suspendiese el evento por "contravenir la normativa vigente".
Desde el PSOE, por su parte, recuerdan que los animales tenían acotado el recinto al que podían acceder (únicamente a la piscina mediana vaso pequeño y a una zona de la pradera debidamente señalizada) y que "tras el cierre de la piscina, como es habitual, se procedió al vaciado y a la limpieza de ese vaso, ya que este agua se desecha por no ser apta para el riego por llevar antialgas y tampoco serlo para ninguna actividad que necesite de su pulverización por riesgo de legionella". Unos datos que han sido ratificados por Aserpinto, encargada de la gestión de la piscina municipal.
En cualquier caso, el Gobierno considera que actuó correctamente ya que la ordenanza municipal sobre tenencia y protección de animales recoge que "el alcalde o concejal-delegado tiene potestad para dictaminar instrucciones relativas a la interpretación de la ordenanza municipal". Es decir, que es el concejal el que tiene la última palabra y es por ello que desde el Ejecutivo decidió continuar con la actividad "atendiendo a la demanda vecinal para hacer de Pinto una ciudad amigable con los animales de compañía".
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