El próximo 22 de mayo tendremos elecciones locales. Desde el advenimiento de la democracia, en Pinto hemos probado gobiernos locales de izquierdas y de derechas. Ambos nos han defraudado. Los de derechas porque se han presentado con otra opción conforme a la democracia que teníamos y, lamentablemente, ha sido más de lo mismo. En el fondo, igual que los gobiernos de derechas de los años 30 pero con otras caras y otras palabras más actuales. Y los de izquierdas, que durante 40 años los hemos tenido prohibidos y sobre los que teníamos una gran esperanza, también nos han defraudado.
Y los dos han caído por la zancadilla que les ha puesto el dinero. No se pueden arreglar las cosas en municipios en los que la renta personal está en una media de 500 € mensuales cuando se están percibiendo 5.000 € al mes. Es imposible que se tenga conciencia de lo que cuesta ganar esos 500 € mensuales, levantándose uno a las cinco de la mañana, en invierno y en verano, desplazándose hasta Madrid, regresando a casa a las seis de la tarde y malcomiendo un bocata al mediodía, cuando se levanta uno de ocho y media a nueve (porque no se ficha), se está en una cómoda oficina hasta el mediodía, o en reuniones o en visitas (eso sí muy importantes todas), se come en casa con la esposa y los hijos o a cuenta del Gobierno Municipal en algún restaurante lujoso y se continúa al mismo ritmo hasta las seis o las siete de la tarde. Y si hay “pleno”, se asiste y se cobran unos euros más. Y si lo nombran a uno de alguna comisión, pues se ingresan otros euros. Definitivamente, es una vergüenza.
Y esto pasa con los del PSOE, con los del PP, con los de IU y con los de JpP. Y no crean que solo pasa en Pinto. A nivel nacional, pasa lo mismo. Debe ser que cuando uno decide meterse en política para mejorar la vida de sus conciudadanos con la mejor de las intenciones, no lo pongo en duda; cuando se tiene la primera reunión con elementos que ya están en la política, éstos deben tener un virus o algo parecido que, inmediatamente, pasa al organismo del nuevo, lo contagia y lo convierten en otro elemento igual.
Comprendo que es muy frustrante tener unas ideas, de derechas o de izquierdas, da lo mismo, votar en las municipales al que las representa y comprobar que al cabo de unos meses resulta tan sinvergüenza como el anterior y cobra los mismos euros que él.
En ningún programa electoral (claro, aún no han salido; pero es igual) he leído o voy a leer que, quien salga elegido, cobrará un sueldo igual a la media de percepciones del trabajador pinteño, que la figura de “cargo de confianza” desaparecerá en todas las concejalías, que se prescindirá de los coches y se desplazara en transporte público, que no habrá “añadidos” al sueldo (dietas, plenos, etc., etc.). Y, naturalmente, que esto sea verdad.
Solo un partido que proclame esto en su programa hará que renazca en mí la confianza. Mientras esto no suceda (y creo que no sucederá) no prestaré mi voto a ninguna formación política que ya haya tenido el poder en los últimos años. No votaré o lo haré por alguno de los que se presentan por primera vez (la lástima es que no se les pueda inmunizar antes de que tengan la primera reunión…), aunque antes de final de año, lamentablemente, se habrán infectado.
¿Es tan difícil ser solidario?
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