Pinto y su historia: El púlpito y la bóveda

En esta imagen del interior de la iglesia de Santo Domingo de Silos nos trasladamos a principios del siglo XX. Podemos observar el maravilloso púlpito plateresco, decorado prolijamente, así como la pilastra en la que se halla adosado hasta alcanzar el arranque de los arcos.

Si nos fijamos en la bóveda observamos el estado de ruina inminente de la iglesia. A principios de 1921 la fachada principal de la iglesia, que era una verdadera obra de arte, con parte de la bóveda, falló por su base y los dos botareles que la sostenían se desmoronaron y en su caída arrastraron buena parte del edificio. Las pequeñas cantidades que aportaba el Estado para contener la ruina no fueron suficientes para evitar el desastre.

La restauración consistió en la demolición de la fachada principal y de un tramo de sus bóvedas. La reconstrucción de ellas se realizó modernamente en estilo sencillo con fábrica mixta de ladrillo y cajones de mampostería, siguiendo las líneas de la arquitectura toledana. Concluida la restauración, el sábado 5 de mayo de 1923 se celebró en Pinto con toda solemnidad el acto de apertura al culto de la iglesia parroquial, que estuvo bajo la dirección del arquitecto diocesano D. Miguel Durán y Lóriga.

Esta sección es posible gracias al patrocinio de la Fundación Egido. Esta institución sostenida por el Grupo Egido tiene como fin de interés público promover cualquier actividad que fomente la cultura, la educación, la solidaridad y, en general, el bienestar y desarrollo de Pinto y los pinteños. La Fundación Egido tiene su sede en el edificio de la calle Las Monjas, 3 de Pinto.