Para el Ministerio de Fomento el arquitecto es valedor de los 60.000 euros del galardón porque su obra muestra “un diálogo honesto entre los materiales tradicionales, los oficios y la modernidad”.
La arquitectura está presente en nuestro día a día y a todos los niveles. Tal es así que los profesionales del sector buscan cada vez más en sus reformas en Barcelona incorporar detalles constructivos a sus creaciones, planteando diversas alternativas que busquen, además, integrarse con el paisaje.
El mejor ejemplo de esta tendencia es el reciente ganador del Premio Nacional de Arquitectura, Manuel Gallego Jorreto. Nacido en el municipio de O Carballiño, perteneciente a la provincia de Orense, Gallego es doctor arquitecto por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, y fue catedrático del departamento de Proyectos Arquitectónicos y Urbanismo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de La Coruña, donde impartió clases durante 40 años. En 1963 se graduó en la universidad y comenzó a trabajar en el estudio de Alejandro de la Sota hasta 1996, cuando se incorporó al Ministerio de Vivienda en La Coruña.
Gallego obtuvo el mismo reconocimiento en 1997 por el edificio del Museo de Bellas Artes de La Coruña, y ha sido Premio Nacional da Cultura Galega, Medalla de Oro de la Arquitectura del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos, y Premio en la XII Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo. Para el Ministerio de Fomento el arquitecto es valedor de los 60.000 euros del galardón porque su obra muestra “un diálogo honesto entre los materiales tradicionales, los oficios y la modernidad”.
“La arquitectura no se puede explicar con palabras, es experiencia en estado puro. Lo fundamental es preguntarse por qué las cosas son como son”, ha declarado. Manuel cuenta con un curioso método de trabajo que empieza con anotaciones escritas en vez de dibujos, para después lanzarse a hacer los planos, croquis y maquetas. En cada proyecto trata de contar con dos opciones contrarias para los mismos problemas ya que considera que “los opuestos siempre van bien”.
Y es que, como decíamos, su obra no es solo la representación de la mejor arquitectura gallega, sino de buena parte de la tendencia mundial. Los profesionales, ya sea para llevar a cabo una gran obra o reformas de baños en Barcelona y a pesar de contar con métodos más realistas, prefieren seguir dibujando. “Creo que la narrativa se ha vuelto un componente esencial en los proyectos, aunque no necesariamente en términos de cómo son diseñados y detallados, sino en cómo son concebidos”, aseguró la editora Katherine Allen durante uno de los encuentros que organiza ArchDaily.
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