ClassicAuto Madrid celebró la décima edición de sus salones

El Palacio de Cristal, ubicado en la Casa de Campo, fue el escenario encargado de acoger las actividades, coloquios, concursos y exposiciones que acompañaron al evento. Exposiciones como la muestra monográfica del primer centenario de la marca Citroën, los 60 años del Mini o el 50 aniversario del Honda CB750. Incluso pudo verse el “cuatro latas” que han usado en la última película de Gerardo Olivares “4 latas”.

Como en ediciones anteriores de los salones, tampoco faltaron los tradicionales concursos de Elegancia ClassicAuto, que este año estuvo dedicado a los históricos automóviles de Bentley con motivo de su centenario, el de Restauración de Motocicletas anteriores a 1975 o el de CarBike Corrar, dedicado a la compraventa de clásicos. Piezas de particulares amantes del mundo del motor y sus elementos únicos y clásicos, que han aguantado el tiempo gracias a su buena conservación y a contar con una buena cobertura del vehículo y un buen seguro para coches clásicos. También, para los aficionados en la colección de motocicletas, es imprescindible contar con un buen seguro para motos clásicas.

Además, este año por primera vez, los salones de Classic Auto Madrid contaron con actividades dinámicas que se desarrollaron en el pabellón satélite del edificio Madrid Arena, en el mismo recinto ferial, como el circuito para realizar exhibiciones en movimiento con vehículos clásicos de diversas épocas, que permitió ver cómo reaccionaban en su conducción automóviles y motocicletas que forman parte de la historia social e industrial del último siglo del motor en España. 

Los salones también contaron con personajes destacados en el mundo de los coleccionistas de coches antiguos como Enrique Castells, que aportó una magnífica exposición de motocicletas anteriores a 1915 o la participación de pilotos como Luis Canomanuel, ‘Kuru’ Villacieros o Jordi Catón. Además, la Fundación Ángel Nieto celebró en Classic Auto Madrid el medio siglo desde la primera victoria del piloto español en el Campeonato del Mundo, a los mando de una Derbi 50cc.

Por primera vez fue expuesto el impresionante coche de carreras Hispano-Suiza T30E de 1922, un automóvil único y español que con casi un siglo de historia es el único modelo de competición que ha sobrevivido de la famosa marca nacional, referente en su época por sus lujosos modelos.