Casado, nuevo líder del PP

El triunfo de Pablo Casado sobre Soraya Sáenz de Santamaría en las primeras primarias del Partido Popular pone fin al ‘marianismo’, una forma de hacer política (que era la opción que encarnaba Soraya) desde la tecnocracia, la abulia y el peso de la corrupción. Así, en sólo dos meses, la política española ha dado un giro radical, primero con la llegada al gobierno de Pedro Sánchez (PSOE) y ahora con la renovación del liderazgo en el PP.  

Confirma también un cambio generacional entre los líderes políticos españoles. El mayor de ellos, Pedro Sánchez, tiene 46 años y ninguno de los otros tres, Rivera, Iglesias y Casado, han cumplido aún los 40 años.

Está por ver cómo afecta este terremoto político a los resultados electorales. El próximo otoño habrá un primer test en Andalucía y en nueve meses otro en las municipales y autonómicas, para continuar con las generales. Pase lo que pase, está claro que lo que saldrá de esas elecciones sucesivas será la confirmación de que la política española ha cambiado generacionalmente, pero, más importante aún, en el fondo y en las formas.

Ahora bien, en lo que atañe a Casado, tras su triunfo categórico en el XIX Congreso del Partido Popular, la tarea que le espera es enorme. Debe reconstruir un partido hecho añicos en el plano ideológico, unificarlo, enterrar el relativismo que le imprimió Rajoy, reconquistar el espacio electoral perdido y también buscar posibles socios, pues el tiempo del bipartidismo ha pasado a la historia.

El PP se lo jugaba todo en este Congreso. Para su viabilidad futura el resultado fue el menos malo de los posibles. Santamaría era lo más muerto del PP. Casado, una hipótesis abierta. Enigmática, pero abierta. Veremos a dónde puede llegar, porque lo más difícil para Pablo Casado empieza ahora.