Bajo el foco

¿Albert Rivera hablando de la White Widow o de cualquier tema relacionado con la defensa de la marihuana? Pues sí. Y es que el cannabis es un tema controvertido pero que tiene la extraña facultad de poner de acuerdo a gente que aparentemente no tendría nada que ver a nivel político y personal. Esto es así porque aquí confluyen temas tan alejados como las terapias médicas alternativas o la lucha contra el narcotráfico. Puede que el estereotipo pese enormemente, pero casi todos contamos ya con una imagen renovada del consumidor de cannabis, cada vez menos encasillado en la música reggae y la risa floja.

Rivera ha declarado tras abrir este debate que pretende terminar con la parte “opaca” y los delitos relacionados con las drogas y también “acabar y reducir” el consumo. Como ha puntualizado en su intervención en la emisora Onda Cero: “El objetivo no es que prolifere el consumo de drogas, si no acabar y reducir el consumo, informando y controlando. Me parece que a veces cuando vamos a legalizarlo nos equivocamos porque no es dar el visto bueno y luz verde sino, simplemente, regular alguna actividad, perseguir otra y, en definitiva, poner la cirugía legal que permita acabar con ciertas prácticas”. En esto Rivera está de acuerdo con los consumidores, trabajadores de clubes de cannabis y defensores de estas medidas aperturistas: la información y una normativa clara beneficia a todos.

No hay nada peor que no saber si estás cometiendo una ilegalidad, sobre todo en situaciones especialmente vulnerables como es el caso de los consumidores de cannabis medicinal, o ser un local  incapaz de ajustarse a una normativa municipal reguladora por falta de claridad. Este tema, “patata caliente” por excelencia a lo largo de los años, parece haber encontrado por fin abanderados dispuestos a hablar claro y dar pasos y a servir de ejemplo a otras regiones. Estados norteamericanos que hace tiempo despenalizaron su uso recreativo, o países que pretenden regular producción y distribución. De todos ellos aprenden las instituciones estatales o municipales que deciden dejar de ignorar una situación que, por no nombrarse, no deja de existir.

El líder de Ciudadanos ha sido el último en pronunciarse, poniéndose a sí mismo y a su partido bajo el foco, y situándose cerca de otros líderes - en este caso marcadamente de izquierdas- en la defensa de la regulación.