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La dueña se llevó un golpe que le provocó contusiones y un moratón

Intento de robo en un bar de Ciempozuelos

Laura López Ver comentarios 2 Miércoles, 09 de Noviembre de 2016 Tiempo de lectura:

Laura, dueña de la Taberna de Alejo, estaba sola cuando un hombre intentó robar en su local: "Dame todo lo que tengas, me dijo. Luego me cogió de la capucha y me tiró contra una de las mesas".

El pasado viernes 4 de noviembre, la Taberna de Alejo de Ciempozuelos sufrió un intento de robo. Laura V., dueña del negocio junto a su marido, se encontraba sola cuando un hombre la intimidó y golpeó con la intención de llevarse lo que había en el bar, aunque gracias a la intervención vecinal el ladrón no se llevó nada. [Img #15863]

Sobre las 15.45 horas entró un hombre en la taberna y pidió un vaso de agua. Estuvo unos minutos mirando una cesta de navidad y se acercó a la barra de nuevo. "Entendí que me pedía que le diera algo, pero no de forma agresiva", comenta Laura. Ella le dijo que no le iba a ofrecer nada, tras lo que el hombre la contestó: "dame todo lo que tengas". Laura intentó salir de la barra, pero el atracador la impedía salir: "no quería que entrara en la barra por si llevaba un arma pero no me dejaba salir". Cuando Laura consiguió salir, el hombre la agarró de la capucha y la tiró contra una de las mesas. El golpe le provocó contusiones en las costillas y un moretón en la mano. Laura empiezó a gritar. Los gritos alertaron a los padres de unos menores que imparten clase en un colal contiguo quienes al entrar provocaron que el agresor saliera huyendo por la puerta trasera sin llevarse nada.

"Era alto, delgado, con un plumas azul y barba de tres días. Estaba muy nervioso", recuerda Laura. Y añade: "creo que le pilló de paso. Fue improvisado porque lo hizo a plena luz del día cuando aquí entra mucha gente a tomar una copa, un café o a comprar tabaco". La Guardia Civil ya está detrás del caso.

Laura continúa trabajando en el bar aunque ahora recibe visitas de algunos familiares durante la jornada. "Es la primera vez en cuatro años que nos pasa y siento miedo, pero es mi negocio y es el pan de mis hijos", explica la dueña. 
 

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