El alcalde de Pinto, Antonio Fernández, insulta a concejales y a ciudadanos

JpP había presentado una moción en ese Pleno por la que instaba al alcalde de Pinto “a que se retracte de los insultos vertidos sobre el concejal Reyes Maestre”. Pero Fernández contestó: “no me voy a retractar porque estoy convencido de que lo que dije era verdad. Yo no he insultado, le estoy definiendo”.

Para argumentar su “definición”, el alcalde dijo que Reyes se autonombró, en 1994, psicólogo de la Asociación de Minusválidos de Pinto “sin someterse a ningún proceso de selección”, mientras era miembro de la Junta Directiva de esa asociación. Y que como esa asociación se financiaba principalmente con fondos públicos, ese nombramiento y el sueldo que cobraba por esa función era “malversación de fondos públicos”, por tanto -continuó Fernández- “si usted, cuando ha tenido la posibilidad de administrar fondos públicos, lo ha hecho mal, qué haría si tuviese en sus manos administrar los 14 millones de euros de presupuesto que tiene este Ayuntamiento”.

El editor de ZIGZAG pide la palabra

Como Fernández dijo a continuación que él siempre concedía la palabra a los ciudadanos que la solicitasen en un Pleno, el editor de ZIGZAG, Agustín Alfaya, le solicitó al alcalde la palabra.

Alfaya agradeció al alcalde que le permitiese hacer uso de la palabra en el Pleno y que había quedado “impresionado” por los “argumentos” esgrimidos por el alcalde en relación a Reyes Maestre y su etapa en la Asociación de Minusválidos de Pinto.  Por ello -dijo Alfaya- sería conveniente para "calibrar la coherencia entre lo que usted dice y lo que usted hace"que "respondia a las siguientes preguntas:

1. ¿Fue usted presidente de la Asociación Tierno Galván de Pinto? ¿Desde cuándo y hasta cuándo?.

2. ¿Se financiaba básicamente la Asociación Cultural Tierno Galván con fondos públicos?

3. ¿Fue nombrada su esposa y actual diputada socialista en la Asamblea de Madrid, Ana Arroyo, gerente de la Tierno Galván? ¿Desde cuándo y hasta cuándo?

4. ¿Hubo algún proceso de selección, interno o externo, para darle el cargo a su esposa?

5. ¿Cuánto ganaba?"

Entonces, sin responder ni a una sola de estas preguntas, el alcalde se levantó del sillón de presidencia y dio por concluida la sesión, al tiempo que la mujer del alcalde, la diputada Ana Arroyo Veneroso, allí presente, y el propio alcalde se dirigieron a Alfaya, al que acorralaron en un rincón, reprochándole a gritos: “siempre te has metido con mi familia”. Especialmente bochornosa fue la actitud del alcalde que a grito pelado insultó una y otra vez a Alfaya llamándole “despreciable”, ““no significas nada”, etc.

Fernández retratado

Cuando desde un cargo tan relevante como es el de alcalde de un municipio, el respeto a los ciudadanos se considera algo superfluo, la corrupción personal es algo obvio, afectando no sólo a la persona en sí y a su entorno sino también a las instituciones. Cuando un dirigente manipula la verdad como puro utilitarismo, se encamina hacia la tiranía, la mentira y la perversión.

La actitud de Antonio Fernández es una obra de enmascaramiento digna de sicofantes atenienses que no se paran en barras con tal de disimular sus propias vergüenzas y destruir al adversario a cualquier precio. Es también, desgraciadamente, un rasgo de su personalidad, pues nadie puede dar lo que no tiene.

Ojalá que D. Antonio Fernández rectifique y pida disculpas a los ciudadanos por su mala educación. No sería la primera vez. Este mismo año publicamos en ZIGZAG su petición de disculpas por lo que fue una impúdica ostentación de poderío económico al comprar un Mercedes de lujo en 2002 (17 millones de ptas.). “Una vez que he vendido el Mercedes, pido disculpas a todos los pinteños por hacer este gesto de ostentación”, dijo Fernández. Y es que rectificar sinceramente, ennoblece. Por tanto, vuelva a intentarlo, Sr. Fernández, le servirá para ir aprendiendo a ser persona.