Un gran Alberto Contador puso contra las cuerdas al británico Geraint Thomas, ganador final de la París-Niza, prueba que el pinteño ya había ganado en 2007 y en 2010. El pistolero realizó continuos ataques en la última etapa de 134 kilómetros con salida y llegada en Niza, consiguiendo dejar a Thomas en el último puerto, cuya falta de dureza hizo que el inglés sólo perdiera 30 segundos.
Pero en los 15 kilómetros de bajada y llano que quedaban para la meta, el líder, aunque no logró contactar con Contador, recuperó terreno. Justo el necesario para alzarse con el triunfo final por sólo 4 segundos sobre Contador, que también fue segundo en la meta tras el belga Tim Wellens y por delante del australiano Richie Porte, tercero.
Con su estilo único de ataques continuos, que seduce a los aficionados, Contador proporcionó en esta carrera otra gran sesión de ciclismo. Además de campeón, el pinteño es el mayor espectáculo deportivo que es capaz de ofrecer hoy por hoy el ciclismo.
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