La Comunidad de Madrid les considera como un centro único, lo que da lugar a “efectos perniciosos”.
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Los Institutos de Educación Secundaria de Pinto Calderón de la Barca, Vicente Alexandre y Pablo Picasso se han unido para intentar acabar con el actual criterio de baremación en la solicitud de reservas de plaza en los centros públicos del municipio. Los institutos consideran que los cambios introducidos han dado lugar a “efectos perniciosos sin favorecer ninguno de los objetivos perseguidos por la ley”.
Para el próximo curso, con la nueva interpretación realizada sobre el concepto de centro adscrito, todos los IES de Pinto son ahora considerados como un centro único. Un término por el que “se discrimina a los alumnos del municipio al aplicarse un criterio de baremación distinto al del resto de la Comunidad de Madrid”.
El criterio habitual es favorecer a aquellos estudiantes que tengan un hermano matriculado o uno de sus padres trabajando en el centro solicitado, e incluso a los que están en otros centros del municipio. Sin embargo con esta nueva consideración se iguala a todos los alumnos en Pinto, con lo que se pierde el objetivo de “la agrupación familiar en un mismo centro”.
Por ello los tres institutos han elaborado un escrito para que se adhieran todos los padres y madres que deseen compartan su reclamación, así como dejar sin efecto el proceso de reserva de plaza para centros adscritos. El documento, que puede descargarse en esta misma noticia, ha sido presentado a la Comisión de Escolarización de Pinto, la Dat Sur y la Comunidad de Madrid.
JOSE | Martes, 15 de Marzo de 2016 a las 19:40:41 horas
En relación al comentario de Ramón, indicar que, como padre de hija única que se ha visto perjudicado por la normativa, entiendo que quienes han hecho uso de la misma han buscado el beneficio de sus hijos exclusivamente, que no el perjuicio ajeno, pero lo que no puede decir es que hayan hecho lo justo, mas bien la justicia la han dejado aparcada en la esquina y han apelado al sálvese quien pueda o al que venga por detrás que arree y bajo este criterio en el pecado se lleva la penitencia por lo que difícilmente podremos levantar la voz cuando las injusticias, amparadas por la ley, las suframos en propias carnes. Ah, y como me considero agraviado, discriminado e injustamente tratado, he protestado, protesto y seguiré protestando.
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