Por José Lagos.
Cuando veo en campaña a los líderes de los grandes partidos recurrir al manido mantra de “Votarme a mí que soy el único que puede ganar a tal o cual… y no votéis a éste o aquél que es tirar el voto…” siempre me acuerdo de un excéntrico entrenador galés del Real Madrid llamado John Benjamin Toshack, que dejó para la posteridad la siguiente frase tras perder un partido:
"Los lunes siempre pienso en cambiar a diez jugadores, los martes a siete u ocho, los jueves a cuatro, el viernes a dos, y el sábado ya pienso que tienen que jugar los mismos cabrones de siempre..."
Pues bien, eso es lo que le pasa a la mayoría de los españoles cuando cada cuatro años nos disponemos a depositar nuestro voto en una urna, ya que durante toda la legislatura despotricamos del gobierno y de la oposición de turno, para en el último día, seguir votando a los de siempre.
Mucha culpa de esto, lo tiene el denominado "voto útil" al que históricamente se ha agarrado el PSOE como partido mayoritario de una fragmentada izquierda donde se auto-ubica este partido muy a pesar mío, y sobre todo, de sus políticas.
En este proceso electoral, se puede ver claramente como ha habido un dirigido ascenso de Ciudadanos impulsado por la oligarquía capitalista con el fin de, por un lado, contrarrestar el crecimiento de Podemos en ese espacio del tablero político donde se encuentran los indecisos, los cabreados y los des-ideologizados, y por otro lado, dar soporte a la caída del PP y servir de muleta para que éste pueda seguir gobernando pese a la más que probable pérdida de millones de votos.
¡Esto es la democracia! dirán muchos, seguramente los mismos que hace 40 años renegaban de ella y los mismos, que no han dado voz a candidatos cuyos partidos tienen representación parlamentaria como es el caso de UP- IU de Alberto Garzón o UPyD de Andrés Herzog.
Lo más lamentable para quien nos sentimos de izquierda y queremos dar un giro a las políticas neoliberales, es que por la estrategia de uno, el ego de otro, los complejos de aquel y la soberbia del de más allá, el próximo 20 de diciembre ganarán las elecciones los de siempre, los que son menos pero manejan a los que somos más, los de las puertas giratorias, los que privatizan servicios públicos, sanitarios y educativos, los que cambian el artículo 135 para que el pago de la deuda prevalezca sobre las necesidades básicas de las españolas.
Y entonces tendremos dos opciones, echar la culpa al de al lado y desmotivarnos, o empezar a crear un verdadero proceso de Unidad Popular, a pecho descubierto, sin prisa pero sin pausa, sin mayor condicionante que el querer trabajar para dejar un mejor futuro a nuestras hijas.
Mi voto no tiene siglas, sino ideas, por eso hago un llamamiento a los nuevos dirigentes de la izquierda para que de una vez, los que somos mayoría, nos veamos representados por una sola candidatura en cuyo programa de mínimos tengamos todos cabida.
Un gran ejemplo de ello lo estamos dando en Pinto, donde una confluencia como la de Ganemos Pinto, con personas diversas y plurales, trabajamos por un objetivo común independientemente del carnet que cada uno tiene en la cartera.
Es la diferencia entre arriesgar para ganar, o vivir cómodamente siendo la eterna alternativa sin responsabilidad de gobierno, y por lo tanto, sin apenas margen de maniobra.
Por todo lo anteriormente referido, desde aquí animo a todos y todas los que queréis cambiar el rumbo de nuestra sociedad, a que llenéis las urnas de votos útiles y de esa forma empoderar a los partidos de izquierda donde, me ratifico y a los hechos me remito, el PSOE lamentablemente no tiene cabida.
José Lagos (Pinto).
















Veronica | Miércoles, 06 de Enero de 2016 a las 19:21:03 horas
Perdona, pero en pinto todavia estamos esperando que cumplais alguno de los puntos de vuestro programa, considero que sois todos iguales asi que simplemente intentar no perjudicar a los ciudadanos.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder