A continuación publicamos el texto íntegro de la dimisión de la concejala socialista del Ayuntamiento de Pinto, Diana Martín, leído por ella misma en el Pleno municipal del 27 de enero.
“Me gustaría decir que hoy presento la dimisión ante mi ayuntamiento como concejala del grupo municipal del PSOE y que mi marcha me deja un sabor agridulce, pues aún convencida de que es lo que debo hacer, me entristece que las cosas no hayan salido de otra manera y de no haber tenido la oportunidad de demostrar todo lo que podía ofrecer.
Tras un comienzo complicado, cuyos detalles me reservo para el ámbito interno de mi partido, llegué al gobierno municipal convencida de poder culminar con éxito la legislatura, a pesar de la difícil situación a la que nos enfrentábamos, un gobierno que, a pesar de sus aciertos, en algunos casos no pudo o no supo enmendar los desaciertos que a nuestro entender había podido cometer el PP, y que además se permitió prescindir de su gente más capaz, refiriéndome por supuesto a mi compañera, mi amiga Patricia Fernández. Después fui apartada del mismo por discrepar, y por no transigir en determinadas cuestiones que se alejaban de lo que yo entendía por ética y dignidad, y aunque continué en el desempeño de mi función institucional, seguía moviéndome en un ámbito donde dar tu opinión te puede costar caro y la superioridad deriva en un hábito intolerable, la consecuencia es esta dimisión que hoy presento. Admito la parte de culpa que pueda tener en todo este proceso, y pido por ello disculpas a los ciudadanos, desde luego siempre actué pensando en el interés general dejando a un lado el mío particular, por supuesto no espero que nadie más admita la suya, sería esperar en vano, desgraciadamente vivimos en un mundo donde la capacidad de autocrítica brilla por su ausencia.
Me marcho triste por la falta de credibilidad que sufre hoy el gobierno municipal, fruto de demasiada improvisación y de posponer decisiones cruciales demasiado tiempo, unido a la intolerancia con determinados colectivos que ya todos conocemos por sus continuas manifestaciones. Triste por la deriva a la que está arrastrando el gobierno de la Comunidad de Madrid los servicios públicos, porque un proyecto socialista siempre es mejor y no sabemos transmitirlo, y triste también por la merma en el Estado del Bienestar que ha realizado mi gobierno, en el ámbito de una comunidad internacional que salva banqueros mientras abandona a su suerte a los más débiles.
Me da la impresión de que la ideología se ha quedado por el camino de muchos, que entienden la política como una forma de vida y no como un servicio público, convirtiendo a los partidos en empresas políticas en las que se premian más los favores realizados que los méritos alcanzados. Resulta curioso que la maquinaria partidista encargada de hacer funcionar el sistema democrático, sea gobernada por restrictivas normas que restan libertades a sus miembros, libertades tan obvias para todos los ciudadanos y recogidas en la constitución como la libertad de expresión o de reunión, son en estas estructuras cuestionadas, sometiendo a quien las ejerce a sanciones y amenazas más propias de una dictadura. Es por ello que ahora ya desde mi humilde posición de militante lucharé para que al menos en mi partido en todo proceso impere la lógica y la cordura, donde no se apoye a condenados por la justicia mientras se abren expedientes sancionadores a quiénes actúan con sentido común o simplemente dan su opinión.
Deseo sinceramente que los dos grandes partidos en quienes la mayoría de los ciudadanos depositan su confianza abandonen algún día sus hábitos más sectarios y se conviertan en el ejemplo a seguir como organizaciones democráticas, y que dejen atrás los victimismos cuya única finalidad es aprovechar las peores situaciones en un arma contra el adversario, pero que en nada solucionan los problemas de la gente, muy al contrario crean un clima de crispación cuyas consecuencias no son deseables para nadie.
Me marcho agradecida también de la experiencia vivida, doy las gracias al personal que tuve a mi cargo en mi etapa de gobierno y a los compañeros que compartieron conmigo dicha tarea, gracias también José Luis Mayorga por tu amistad, gracias Patricia Fernández por permitirme estar siempre a tu lado, gracias María Velázquez por tus ánimos y tu tolerancia, gracias Antonio Fernández por tu confianza en mi desde la primera oportunidad que me brindaste, gracias a todos los que me han prestado su apoyo alguna vez, a los militantes que compartieron conmigo una ilusión, y por supuesto gracias a la persona que comparte su vida conmigo por su comprensión y sus consejos.
No quiero marcharme sin despedirme de todos mis compañeros de corporación, y desear suerte a quien venga a sustituirme, yo regreso a mi puesto de trabajo en este Ayuntamiento, desde el cual espero poder continuar sirviendo con objetividad los intereses de mis vecinos".
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