Ganemos no rectifica y mantiene la brutal subida del tipo del IBI

Decíamos en el editorial de zigzag de julio que creíamos que Ganemos se había equivocado al subir, con la complicidad de los votos del PSOE, del 0,40 al 0,75 por cien el tipo de gravamen del IBI, el impuesto local más importante y que afecta a más familias. La decisión del gobierno local y de sus socios socialistas en este asunto frustra la esperanza de miles de familias pinteñas que creían que en 2016, con la reducción en un 43,37% de los abusivos valores catastrales en Pinto, por fin podrían compensar tanto esfuerzo acumulado en años anteriores en los que el recibo del impuesto estaba inflado.  

Resulta además que tanto Ganemos Pinto como PSOE, que en 2012 participaron y alentaron la manifestación “contra la brutal subida del IBI”, son ahora los que impiden que haya en Pinto una “brutal bajada del IBI”. Es decir, donde dije digo, digo Diego, un viaje demasiado trillado en política: exigir una cosa en la oposición y practicar la contraria cuando se gobierna. Con la decepción añadida en este caso de que los partidos nuevos muestran en la realidad que son muy parecidos a los partidos viejos.

Tampoco le sirve a Ganemos ya escudarse en el informe de la interventora municipal  que afirmaba que “por debajo del 0,75% en el tipo de gravamen sería inviable para el Ayuntamiento seguir manteniendo los gastos necesarios para el mantenimiento de los servicios públicos”, una barbaridad y despropósito que no se sostiene ni desde el punto de vista técnico ni mucho menos político, como demuestran los datos de la realidad económica municipal. La labor de gobierno corresponde a Ganemos, no a intervención, y desde el 2 de julio, fecha en que se aprobó deprisa, corriendo, sin diálogo y con argumentos falsos la brutal subida del tipo de gravamen del IBI en un 87,5%, hasta hoy han tenido tiempo suficiente para rectificar en beneficio de los ciudadanos, pero han preferido asegurar que las arcas del Ayuntamiento estén llenas a costa de los tributos de los contribuyentes.

Esta importante cuestión fiscal que muestra las vergüenzas de Ganemos entre lo que dice y lo que hace, tiene como corolario otra contradicción: Las decisiones que han tomado sobre el IBI pinteño benefician a los que más tienen y perjudican a los que menos tienen. Así mientras para los industriales el recibo baja una media del 33%, para los propietarios de viviendas baja una media de un 11% y, entre éstos últimos, no bajará nada para 6.840 viviendas, especialmente las de menor valor catastral.

El único aspecto positivo de la nueva ordenanza de bienes inmuebles, aprobada en el Pleno Extraordinario y Urgente del 2 de julio pasado, son algunas bonificaciones sociales añadidas, principalmente que de 2016 a 2018 los recibos no subirán en ningún caso. Pero si ya teníamos un “impuesto brutal”, como lo calificaban los que ahora gobiernan, aprobar que no suba cuando podría bajar un 40% no es para merecer precisamente un aplauso social.