Lamentable
Ramón Pulido ofrece su opinión sobre el último Pleno de Ciempozuelos en el que se aprobó la celebración de festejos taurinos en las Fiestas Patronales del municipio.
El pasado jueves 13, fui uno de los muchos ciudadanos de Ciempozuelos que se quedaron, enfrentándose unos y otros, a las puertas de la Sala Multifuncional, en la que se celebraba el pleno extraordinario con las mociones sobre los (mal llamados) festejos taurinos.
Vistas y oídas, en diferido, las intervenciones de los distintos portavoces en dicho pleno siento una pena enorme al ver cómo, nuestros representantes, dedican más de tres horas a fomentar la división y el enfrentamiento entre sus representados en un tema en el que supuestamente se busca la diversión y el relajo de todos, como son sus fiestas patronales.
Lo lamentable es que aunque de eso trataba el pleno dentro de todo el debate lo que ocupó la mayor parte del tiempo fue el reproche de unos a otros sobre el cumplimiento o no de sus respectivos programas electorales.
Sorprendente fue que el portavoz de Ahora Ciempozuelos, empleó el 90% de su larga y filosófica intervención a criticar el incumplimiento, o la ambigüedad de su programa al PSOE, que como todo el mundo sabe, no es el que gobierna, si no que está en la oposición, el 1% a defender su posición, argumentando que por encima de lo que se apruebe en el pleno, se hará lo que ellos han decidido y el 9% restante a criticar el programa de los demás partidos de la oposición.
Como “antifestejos taurinos” (los toros me encantan en su hábitat natural), podría estar de acuerdo con la decisión del equipo de gobierno; pero nunca estaré de acuerdo con sus formas: arbitrarias y sin el consenso del que tanto hicieron gala para ganar unas elecciones, despreciando a los dos tercios de los vecinos que no les apoyaron; sus contradicciones; en contra de los festejos taurinos, pero dispuestos a apoyar este maltrato si es una empresa privada la que lo paga. ¿Iba eso en su programa?. ¿Figuraba también en su programa que harían caso omiso a las propuestas aprobadas en pleno por la mayoría de los representantes de los ciudadanos? (Ciudadano/a: (Wikipedia) Es el nombre dado al hombre o mujer que por haber nacido o residir en una ciudad, es miembro de la sociedad organizada que le/a reconoce la cualidad para ser titular de los derechos y deberes propios de la ciudadanía, quedando obligado, como ciudadano, a hacer que se cumplan).
Si se sienta este precedente, poco importará lo que prometieran en sus programas; habrán perdido en menos de cien días toda credibilidad y confianza para la mayoría de sus administrados, tendrán que plantearse: En qué consiste su concepto de democracia; el respeto, no sólo de las minorías, si no incluso el de las mayorías.
Está muy bien lo de “Programa, Programa, Programa”, pero para eso hay que conseguir los apoyos suficientes y que se den las circunstancias para poder cumplirlos, y, como creo recordar alguien dijo en el citado pleno “el pueblo no ha querido darle a ningún grupo esa potestad y les obliga por tanto a ponerse de acuerdo”.
Suscribo ese comentario y les invito a todos, o al menos a los que más afinidad puedan tener, a hablar, debatir, consensuar y mantener en la medida de lo posible ese clima que pudimos apreciar los que asistimos al anterior pleno, en el que por unanimidad (aunque no siempre tenga que ser así), se aprobaron todos los puntos del orden del día. Pero nunca más el espectáculo de enfrentamiento entre vecinos del pasado día 13/8/2015.
La solución no siempre está en los programas, si no en el diálogo para su consecución, y, seguro que al final de la legislatura nadie les reprochará que algo se haya quedado para cumplirlo en la siguiente.
Angel | Viernes, 28 de Agosto de 2015 a las 00:28:26 horas
Sensata, razonable y muy cuerda la reflexión de Ramón... Pero la mediocridad de la visión de la mayoría de los políticos, les hace estar fuera de lo que verdaderamente refleja el sentir de los ciudadanos.
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