Las contradicciones del PSOE de Pinto

El otro día, en el debate entre los candidatos a la alcaldía de Pinto, el PSOE prometió que “suprimiría los cargos de confianza” y que “haría los plenos por la tarde” (dixit Lorena Morales). A algunos nos sorprendió que la tal Lorena Morales hiciese esas promesas en el debate, pero nos chocó aún más que ninguno de los intervinientes le dijese a la representante socialista que actualmente su partido tiene dos cargos de confianza pagados por el Ayuntamiento de Pinto y que, si quiere que los ciudadanos nos creamos sus promesas debería haber hecho como el MIA y UPyD que renunciaron al principio de legislatura a tener los dos cargos de confianza que les correspondían. Pero el PSOE no lo hizo, es más votó a favor de cargos y dietas en sintonía con lo que siempre ha hecho este partido en Pinto: durante los gobiernos del socialista Fernández llegó a haber hasta 40 cargos de confianza y en plena crisis económica, con ‘Juanjoalcalde’, aún se mantenían 28 cargos de confianza.

Podemos añadir aún la macabra anécdota de que el prócer Fernández ha dicho recientemente sin el menor sonrojo por su parte que “todos los cargos de confianza que nombré durante mis 10 años de alcalde eran unos inútiles, salvo dos o tres”. Digo macabra anécdota porque el prócer nombró en esos 10 años a casi un centenar de cargos de confianza “inútiles”, según él, por lo que debería devolver los varios millones de euros que el pueblo de Pinto se gastó en semejante despilfarro reconocido a posteriori por el responsable.  

Y, finalmente, cómo creer a la Srta. Morales si el candidato socialista a la alcaldía de Pinto lleva siete años siendo cargo de confianza, tres en Pinto y cuatro en Fuenlabrada, lo que ha simultaneado, para más inri, con ser concejal del Ayuntamiento de Pinto.

Y en cuanto a lo de los plenos por las tardes, no me voy a extender, baste decir que quien puso los plenos por las mañanas (desde noviembre de 2009) fue el socialista ‘Juanjoalcalde’ en el tiempo en el que el actual candidato, Juan Diego Ortiz, era cargo de confianza del Ayuntamiento de Pinto.  

Demasiadas contradicciones, demasiadas incoherencias incluso en estos momentos de campaña electoral que es cuando los saltimbanquis y titiriteros de la política alcanzan su mayor esplendor. Pero la ciudadanía está hastiada de tanto conejo blanco sacado de chisteras ilusorias para luego volver al ‘verba volunt’, a las promesas incumplidas y al donde dije digo, digo Diego. Para tener credibilidad, antes hay que cumplir.