Pesadilla de una antena

Estimados vecinos de Pinto:

Me dirijo a vosotros usando este medio, el ZIGZAG, para exponeros el drama que han tenido dos vecinos vuestros. Mi padre Ismael y mi madre Ángela.

Hace un año, esta revista nos hizo un reportaje sobre los perjuicios que estaba trayendo una antena de telefonía móvil en la calle Joan Miró, en la salud de mi madre. Desde entonces hemos luchado hasta la saciedad. Mis padres se han cambiado hasta en 9 ocasiones de domicilio, tuvieron que dormir en tres ocasiones distintas en garajes, ya que la enfermedad de mi madre, una enfermedad de las más crueles y nuevas, llamada electrosensibilidad, la hacía huir del "aire", de la gente, de la sociedad... No soportaba los WIFIS, los inalámbricos, las antenas, los móviles... Los sentía con dolor, le abrasaba la garganta, el paladar,  los oídos... Tenía muchos otros síntomas.

Al principio pensábamos que tanto mi padre como mi madre, tenían problemas de salud por su edad. Dificultad para dormir, dolores de cabeza, temblores en manos y pies, hipotiroidismo, hiperglucemia, dolores musculares, nerviosismo, agotamiento físico, sangrado de nariz... Todos estos síntomas desaparecieron sin tratamiento ninguno, en cuanto se fueron de su domicilio en la calle Joan Miró, todos menos la abrasión en garganta y oídos.

Mi madre no es la única persona que tenía esta enfermedad. Hay muchas, demasiadas, y cada día habrá más debido al incremento de las radiaciones de la tecnología inalámbrica. El Parlamento europeo instó a todos los paises miembros a quitar el wifi en las escuelas en la resolución 1815/2011. Muchos paises ya lo están quitando de los sitios públicos. La OMS incluía el uso del móvil como posible carcinógeno de tipo 2B en el 2011. Se ha hecho ya la asociación de electrosensibles a nivel estatal. Los científicos vienen viendo que las enfermades "modernas", fibromialgia, sensibilidad química múltiple, fatiga crónica y electrosensiblidad, que hemos creado, tienen un denominador común.

 Mientras, hemos instado a todas las instituciones, por activa y por pasiva, a que nos ayudaran, nos escucharan... Bien, una de ellas, el Ayuntamiento de Pinto, el primer responsable para velar por la seguridad de sus ciudadanos, ha hecho caso omiso a nuestras peticiones. Abandonó a mis padres a su suerte, lo intentamos por teléfono, por mail, por entradas en registro,... Obtuvimos el silencio por respuesta.

La Alcaldesa Miriam Rabaneda, el Teniente Alcalde José López Madera y la concejala de Sanidad Charo, conocían personalmente a mis padres, conocían personalmente el caso tan grave y su situación...El resultado de este "abandono" ha sido el suicidio de mi madre el 28 de noviembre... Mientras, este ayuntamiento de Pinto, lo que ha hecho ha sido esperar "a que escampe", pero el resultado ha sido una "tormenta torrencial". Mi madre se ha ido, se ha ido con mucho dolor. Toda nuestra familia tiene un gran trauma, aunque a nuestros políticos esto les de igual. ¿Quíen debe de velar por sus ciudadanos? ¿Quien se harta de decir que "no os preocupéis" que aquí estamos para lo que haga falta? Mientras, esas antenas de la calle Joan Miró, siguen emitiendo. Después de todo esto, ¿Cómo puede ser que el Ayuntamiento permita tener estas antenas sin licencia ?

Pienso seguir luchando para aclarar las "responsabilidades" de este abandono, este abandono que acabó con la vida de mi madre. Da igual si tenemos que pelearlo aquí en España o en el Tribunal de los Derechos Humanos...